Por José Arrieta
Los Ángeles, California.- La mejora de las condiciones meteorológicas prevista para esta semana en el sur de California podría ayudar a los bomberos en su lucha contra un incendio forestal causado por el viento que ha obligado a evacuar a unas 20 mil personas.
Los residentes afectados por órdenes y avisos de evacuación esperaban ansiosos por ver si sus propiedades se habían librado del bautizado como incendio Franklin, que comenzó el lunes por la noche y abarcaba más de mil 113 hectáreas en menos de 24 horas.
El Servicio Meteorológico Nacional dijo a última hora que los fuertes vientos de Santa Ana, con ráfagas que alcanzaron los 64 kilómetros por hora, ya habían pasado. Estos famosos vientos son rachas secas y abrasadoras que soplan desde el interior hacia la costa, haciendo retroceder a la brisa húmeda del océano.
Aunque se espera una mejoría, los meteorólogos dijeron que los vientos racheados continuarán, especialmente en las montañas, y la alerta por incendios permanece en toda la región.
Malibú resulta especialmente golpeada
Gran parte de la devastación se registró en Malibú, una comunidad de aproximadamente 10 mil habitantes en el extremo oeste de Los Ángeles, conocida por su impresionante paisaje de acantilados junto al mar y la playa de Zuma, que aparece en películas de Hollywood.
Las llamas se acercaron a las mansiones costeras de celebridades, a granjas de caballos y a la Universidad de Pepperdine, donde unos 3 mil estudiantes tuvieron que refugiarse en el campus. Muchos fueron evacuados de sus dormitorios a la biblioteca en medio del humo y la ceniza mientras las llamas rugían en un cañón cercano.
Por el momento se desconoce cómo comenzó el fuego. El jefe del Departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony C. Marrone, dijo que una evaluación aérea preliminar estimó que siete estructuras quedaron destruidas y otras ocho sufrieron daños.
“Estas han sido unas 20 horas traumáticas para la ciudad de Malibú”, dijo el alcalde, Doug Stewart. El edificio del ayuntamiento estaba en la senda del fuego, por lo que los funcionarios tuvieron que trasladar su base de operaciones de emergencias a la cercana Calabasas, añadió.
En Malibú se han registrado muchos incendios de gran envergadura, y ahora existe un ciclo familiar en el que la vegetación, antaño exuberante, queda carbonizada. “Se quema, vuelve a crecer, y somos resistentes y fuertes”, dijo el alcalde.
Celebridades abandonan sus mansiones
Dick van Dyke, una de las muchas celebridades con casas en Malibú, dijo que él y su esposa, Arlene Silver, se marcharon cuando el fuego se acercó. El actor cumple 99 años el viernes.
“Arlene y yo hemos evacuado de manera segura con nuestros animales, excepto Bobo, que se escapó mientras nos íbamos”, dijo Van Dyke, refiriéndose a uno de sus gatos. “Estamos rezando para que esté bien y que nuestra comunidad en Serra Retreat sobreviva a estos terribles incendios”.
Cher dejó su casa en Malibú cuando se lo ordenaron y actualmente se aloja en un hotel, dijo su publicista, Liz Rosenberg, el martes en la noche.
El incendio comenzó poco antes de las 11 de la noche del lunes y se movió rápidamente hacia el sur, saltando sobre la famosa carretera Pacific Coast Highway y extendiéndose hasta el océano, donde grandes casas bordean la playa y los accidentados cañones interiores son propensos a los incendios. En un momento dado, las llamas amenazaron el histórico muelle de Malibú, pero la estructura fue protegida, según funcionarios.
Unos 40 mil clientes, 11 mil de ellos en el condado de Los Ángeles, sufrieron cortes en el suministro eléctrico el lunes en la noche mientras Southern California Edison trabajaba para mitigar los impactos de los vientos de Santa Ana, cuyas fuertes ráfagas pueden dañar los equipos eléctricos y provocar incendios forestales.