Miembros de la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18, dos de las bandas más peligrosas de Centroamérica, se están dedicado a la extorsión de choferes del transporte público en el estado de Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala.

El estado de excepción impuesto por el presidente Nayib Bukele en el país centroamericano ha despojado a la MS13 y Barrio 18 de gran parte de sus miembros, ingresos y poder. Sin embargo, motivadas por esta embestida en El Salvador, las pandillas parecen haber emigrado a México en busca de nuevas fuentes de ingresos.

“La gente viene a esconderse de eso, pero también hay líderes de pandillas que vienen a crear un grupo criminal aquí”, declaró a la agencia AP José Mateo Martínez, fiscal estatal de Chiapas para asuntos migratorios.

En el último año, varios conductores y propietarios de empresas del transporte público en Chiapas han denunciado un incremento en los intentos de extorsión, presuntamente por parte de “delincuentes centroamericanos”, reportó el pasado 25 de enero Associated Press.

Los pobladores de las localidades que se encuentran en las inmediaciones de Tapachula, ciudad ubicada a pocos kilómetros de la frontera con Guatemala, se han visto particularmente afectados. Concretamente en Huixtla, localidad situada a 80 kilómetros de la frontera, choferes del transporte público han sido víctimas de tiroteos y extorsiones en el último año.

Choferes de autobuses y furgonetas del transporte público, así como algunos taxistas, le mostraron a la agencia AP documentos que probaron el pago de extorsiones en 2022. De acuerdo con la información recabada, al menos tres conductores han sido asesinados por negarse a pagar, mientras que otros han sido golpeados y sus vehículos quemados, reportó por su parte el diario Excélsior.

En octubre, la Fiscalía General del Estado de Chiapas declaró que había abierto 122 investigaciones contra miembros de la MS13 y Barrio 18 en Chiapas.

Asimismo, de enero a septiembre de 2022 se detuvo en Chiapas a 148 presuntos miembros de bandas, 50 de ellos de El Salvador, aunque no se especificaron los cargos. De hecho se ha creado una fuerza especial antipandillas dentro de la Policía Estatal, y se han desplegado 350 militares en los centros de transporte como respuesta.

Las autoridades mexicanas han señalado directamente a la actuales políticas contra bandas en El Salvador, que han propiciado el encarcelamiento de más de 60 mil presuntos pandilleros y ha obligado a otros a huir del país.

De abril a septiembre de 2022, el número de migrantes salvadoreños que solicitaron asilo en México, la mayoría de ellos en Tapachula, aumentó 80 por ciento respecto a los seis meses anteriores.

“La presencia de la MS13 en Tapachula viene desde hace muchos años. Pero tradicionalmente han estado de paso”, explicó Carlos García, experto en bandas centroamericanas, al sitio especializado en crimen organizado InSight Crime.

La región vive un flujo migratorio récord con 2.76 millones de indocumentados detenidos en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal 2022.

La extorsión del sector del transporte público, asimismo, ha sido una fuente de ingresos importante y constante para la MS13 y Barrio 18 en Centroamérica. Chiapas limita con Guatemala y se encuentra a unos cientos de kilómetros de El Salvador.

Sin embargo, Insight Crime hizo hincapié en que los salvadoreños probablemente no son los únicos culpables. De los 148 pandilleros detenidos en Chiapas, 61 eran mexicanos, 50 de El Salvador y 15 de Honduras.

“El informe (de AP) decía que eran de El Salvador, pero tenemos que ver si los que cometen los delitos son realmente de El Salvador o si son mexicanos que de alguna manera trabajan con los salvadoreños”, refirió Carlos García.

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