El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió ayer que se reunirá con integrantes del Congreso para tratar la cuestión del control de armas, después del tiroteo en una escuela de Uvalde, Texas, que dejó 19 niños y dos profesoras muertas, además del atacante.

“Me reuniré con el Congreso por el tema de las armas, lo prometo”, dijo Biden al comienzo de su reunión en la Casa Blanca con la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, que se encuentra de visita en Washington. Biden respondía así a preguntas de los periodistas sobre si tiene pensado reunirse con el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, para tratar la cuestión del control de armas en el país. No obstante, el mandatario no desveló cuándo tiene previsto reunirse con los legisladores.

Un grupo bipartidista de senadores celebró una reunión virtual privada para tratar de llegar a un compromiso sobre la legislación de seguridad de armas, pero las expectativas seguían siendo bajas. No se espera que los senadores siquiera aborden ideas para una prohibición de armas de asalto u otras restricciones.

El Comité Judicial de la Cámara de Representantes planea celebrar una audiencia el jueves sobre la “Ley de Protección de Nuestros Niños”, un paquete de ocho proyectos de ley que casi no tiene esperanzas de ser aprobado por el Senado. Incluye llamados a elevar los límites de edad para la compra de rifles semiautomáticos de 18 a 21 años; crear un programa de subvenciones para recomprar cargadores de gran capacidad; establecer prácticas seguras voluntarias para el almacenamiento de armas de fuego y desarrollar medidas ejecutivas para prohibir los dispositivos de choque y las llamadas pistolas fantasma hechas con impresión 3D. Ardern dijo que los sistemas políticos de los dos países son “muy diferentes”.

Mientras, Biden pidió consejo a Ardern sobre cómo abordar la violencia y el extremismo.

“Necesitamos su consejo” en asuntos como la violencia, el extremismo en internet y la crisis climática, expresó Biden al comienzo de una reunión con la primera ministra neozelandesa en el Despacho Oval.

El presidente hizo referencia al ataque supremacista blanco de marzo de 2019 contra dos mezquitas de Christchurch (Nueva Zelanda), donde Brenton Harrison Tarrant, de origen australiano, mató a disparos a 51 musulmanes. Tras las masacres, Ardern emprendió una cruzada internacional contra los mensajes de odio y una reforma para prohibir las armas semiautomáticas de estilo militar.

Biden dijo que “hay mucho sufrimiento” en Estados Unidos tras las masacres en Nueva York y Texas, mientras que la primera ministra neozelandesa expresó sus “más sinceras condolencias” y ofreció su apoyo en “cualquier cosa que pueda ser de valor”.

El debate sobre el control de armas de fuego se reactivó la pasada semana a raíz del tiroteo de Uvalde, en el que un joven de 18 años entró en una escuela primaria armado con un fusil semiautomático que compró de forma legal y disparó indiscriminadamente contra los estudiantes.

Ayer, tres personas resultaron heridas de bala afuera de una ceremonia de graduación en el campus de una universidad en Nueva Orleans. Una de las víctimas falleció, informaron medios locales. De acuerdo con la televisora WDSU, afiliada a NBC, los hechos ocurrieron en la Universidad Xavier, de Nueva Orleans.

La policía dijo que detuvo a “algunas personas” relacionadas con el tiroteo y que recuperó varias armas de la escena. Según las primeras versiones, el tiroteo inició con una pelea entre dos mujeres, afuera del sitio donde se realizaba la graduación, que acababa de terminar.

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