Por Max Aub
Atlanta.— El presidente Joe Biden necesitaba mostrar, más que nunca, que las dudas de los estadounidenses por sus 81 años no tienen razón de ser, que es un candidato de mente ágil frente al que ha pintado como una “amenaza a la democracia”. Sin embargo, su voz ronca, débil, sus declaraciones erráticas terminaron por darle la victoria a un Donald Trump que mintió una y otra vez, que mostró que su estrategia, además de la debilidad del rival, pasa por retratar a la migración como el peor monstruo para los estadounidenses y que se negó a comprometerse a respetar los resultados de las elecciones del 5 de noviembre.
En un debate prematuro, antes de que siquiera los dos sean nominados oficialmente candidatos de los partidos Demócrata (Biden), y Republicano (Trump), el presidente no sólo no logró disipar las dudas, sino que las ahondó, en momentos en que las encuestas, si bien empatadas, parecían comenzar a sonreírle.
“Es el peor presidente en la historia de Estados Unidos”; “nadie lo respeta”; “es el presidente de las fronteras abiertas” que ha permitido el paso de “millones de ilegales criminales, enfermos mentales” que le han quitado a los estadounidenses sus empleos, a los afroestadounidenses su posibilidad de mejorar, a los adultos mayores y niños la oportunidad de tener mejores servicios de salud, por los que la política exterior, la guerra en Ucrania… todo absolutamente va mal, fueron las frases que Trump no se cansó de repetir desde el primer momento, en un encontronazo que, con todo y micrófonos silenciados se caracterizó por los insultos y el evidente rechazo entre los rivales que no se saludaron al llegar y que evitaron verse a la cara.
“Eres un bobo”; “te comportas como niño”; “yo también sé jugar al golf”, “eres un peligro para la democracia”, fueron algunos de los momentos que marcaron su intervención, en la que Trump aseguró que Biden no podría “golpear una pelota a 50 yardas”.
Los moderadores, Jake Tapper y Dana Bash, intentaron en vano que Trump respondiera sus preguntas, mientras éste se enfocaba en atacar y atacar.
Biden llegó armado por la política antiaborto de su antecesor; por la forma como manejó la pandemia de Covid-19; por las acusaciones judiciales contra Trump; por su papel en el asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021.
El demócrata acusó a su oponente, al que llamó “criminal convicto”, “tonto”, que llevó al país al “caos” y que “amenaza la democracia”, pero sin lograr conectar bien oraciones, con problemas de dicción, con una voz débil que por momentos era poco audible; no sólo no noqueó, sino que se mostró mucho menos firme que un Trump que no dudó en expresar su mentira de que perdió las elecciones de 2020 porque le cometieron fraude.
Trump culpó a Biden de provocar una “inflación que está matando a nuestro país”, asegurando, a pesar de que las cifras económicas dicen lo contrario, que le había dejado una economía que “iba muy bien”.
“Es ridículo”, “está mintiendo”, reiteró Biden, quien culpó a Trump por el fin de Roe vs. Wade, de erosionar los derechos reproductivos de las mujeres. “Ha sido terrible lo que has hecho”. El magnate defendió que sean los estados los que decidan, aunque se mostró a favor de algunas excepciones al aborto, como cuando “la vida de la mujer está en peligro”, o en caso de violación. Atacó en cambio al demócrata, asegurando, falsamente, que los gobernadores oficialistas quieren matar “a niños que ya nacieron”.
Biden acusó directamente a Trump de incitar a la multitud que irrumpió en el Capitolio el 6 de enero de 2021, y Trump no tuvo reparos en mentir y acusar a la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, de ser la responsable de lo ocurrido, por, según él, no aceptar a los elementos de la Guardia Nacional que Trump dijo haberle ofrecido.
Acusó a Biden de ser un criminal y de querer llevar al país a la “tercera guerra mundial”, aunque éste reviró, diciendo que “la única persona que está en este escenario, que es un delincuente convicto, es el hombre al que estoy mirando ahora mismo”. Lo señaló de “meterse en problemas por tener relaciones sexuales con una actriz pornográfica, cuando su esposa Melania estaba embarazada”.
“No tuve relaciones sexuales con Stormy”, dijo Trump, quien fue declarado culpable en este caso, uno de tres que tiene pendientes con la Justicia.
Fue Trump quien finalizó el debate, señalando que hoy Estados Unidos es un “país fallido” que, dijo, él rescatará “y volveremos a hacer grande”. Biden advirtió que un regreso de su rival a la Casa Blanca es una amenaza para la paz y la democracia.
Trump se fue… solo, y dejando en el aire la pregunta de si respetará los resultados electorales. “Si son justos y legales”, dijo. Biden se fue a recibir el abrazo de su esposa, Jill, sin lograr convencer sobre su capacidad para gobernar otros cuatro años. El ambiente entre los demócratas era de desánimo, con algunos de ellos cuestionando si es hora… de cambiar de candidato.