Los Ángeles, California.- Un juez en California denegó este viernes la petición del fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, de retirar la moción para que los hermanos Menéndez reciban una nueva sentencia.
Lyle y Erik Menéndez comparecieron virtualmente este viernes ante un juzgado de Los Ángeles, en su intento por salir en libertad tras más de tres décadas en prisión por el homicidio de sus padres en 1989.
Los hermanos, presos desde 1994 por el asesinato de José y Kitty Menéndez en su mansión en Beverly Hills, aparecieron en cámara tensos, con el uniforme azul del centro penitenciario.
Lyle y Erik, quienes cumplen prisión perpetua sin libertad condicional, buscan que la corte emita una nueva y menos dura sentencia en medio de una cruzada legal iniciada por su defensa el año pasado.
El caso, que sacudió a Estados Unidos en los años 1990 y que fue extremadamente mediático, ha ganado un nuevo aire gracias a un documental y una miniserie lanzados recientemente por Netflix.
Esas producciones los introdujeron a una nueva generación de seguidores que abogan por la liberación de Lyle, de 57 años, y Erik, de 54, con el argumento de que los hermanos actuaron en defensa propia luego de años sometidos al abuso psicológico y sexual de un padre violento y una madre negligente.
Pero a pesar del apoyo de la opinión pública, los Menéndez enfrentan una batalla difícil.
La Fiscalía de Los Ángeles se había manifestado a favor de cambiar la sentencia, pero el nuevo titular del despacho, Nathan Hochman, mudó de posición.
Hochman argumenta que los Menéndez no han aceptado su responsabilidad y sustentaron su defensa en una serie de mentiras, por lo que deben permanecer tras las rejas.
La audiencia de este viernes fue convocada para escuchar los argumentos de Fiscalía que busca retirar la moción favorable consignada por la gestión previa a cargo de George Gascón.
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