Conjurar la crisis de vivienda y sostener el poder adquisitivo mediante medidas fiscales y nuevas normas: la vicepresidenta de Estados Unidos y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, presentó este viernes su programa económico, calificado de inmediato de comunista por su rival republicano Donald Trump.

“Donald Trump pelea por los millonarios y las grandes empresas. Nosotros, yo, lucharé para devolverle dinero a los estadounidenses trabajadores y de clase media”, sostuvo Harris, de 59 años, en Carolina del Norte.

El republicano “quiere imponer lo que, de hecho, es un impuesto nacional sobre las ventas de productos de uso diario y de primera necesidad que importamos de otros países. Eso devastaría a los estadounidenses”, lanzó. “Eso significaría precios más altos en prácticamente cada uno de sus productos de uso diario”, sostuvo. Es “el impuesto Trump sobre la gasolina, el impuesto Trump a la comida, el impuesto Trump a la ropa”.

El plan económico de “Donald Trump costaría a una familia tipo 3.900 dólares” por año, sostuvo.

Harris propone construir tres millones de nuevas viviendas para enfrentar la “escasez” de techos. Se complementa con una ayuda para los compradores primerizos, de hasta 25.000 dólares, e incluso leyes para desalentar la especulación inmobiliaria.

Harris promete ayudar a las familias con créditos fiscales para aquellas que tienen recién nacidos, con montos que pueden alcanzar los 6.000 dólares.

La candidata demócrata plantea además controlar a las empresas que “inflan” los precios más allá de lo necesario, en particular en el rubro alimentario.

En temas de salud, quiere extender a toda la población un dispositivo que pone un tope de 35 dólares mensuales al costo de la insulina para los ancianos y buscar solución al problema de las deudas contraídas para pagar tratamientos médicos.

Harris sabe que el costo de vida, que sigue alto luego de años de inflación, afecta políticamente al gobierno que integra con Joe Biden, a pesar de un crecimiento robusto y un mercado laboral sólido.

“¡La camarada Harris a fondo en el comunismo!”, reaccionó el viernes Trump, que critica en particular la idea de controlar precios.

El término tiene una connotación peyorativa fuerte en Estados Unidos.

“Hubo en la Historia múltiples tentativas de limitar los precios y fracasaron porque llevaron a filas delante de las tiendas, escasez y una explosión de la desigualdad”, criticó el millonario republicano de 78 años.

El equipo de campaña de Harris acusa al republicano de preparar regalos impositivos a “sus amigos ultra ricos”.

Además, critican la política de subida de aranceles promovida por el expresidente porque, sostienen, impulsaría la inflación.

Según un sondeo publicado el viernes por la universidad de Michigan, el 41% de los consumidores consideran que la vicepresidenta es una mejor candidata para la economía, y 38% creen que Trump es el indicado en este terreno.

Anteriormente, Trump dominaba ampliamente en esta materia sobre Joe Biden en las encuestas de opinión.

La demócrata desató la furia de su rival al proponer eliminar impuestos sobre las propinas en el sector de hotelería y restauración, y el republicano la acusó de “plagiar” una de sus ideas.

La vicepresidenta prometió que aumentará el salario mínimo en caso de ganar el 5 de noviembre.

aov/apr

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