Kate Winslet, la estrella de “Titanic”, ha sido objeto de críticas continuas sobre su figura a lo largo de su carrera, particularmente durante su icónico papel como Rose debido a sus curvas.
Durante una entrevista con “Sunday Times”, la actriz, reconocida también por su papel en “Divergente”, recordó cómo, durante sus días de formación como actriz, era despectivamente llamada “sebo”. Incluso su agente recibía llamadas para indagar sobre su peso, lo que desencadenó en ella un trastorno alimenticio y una obsesión por bajar kilos de más.
Recientemente, durante una conversación con “The New York Times”, expresó su preocupación sobre el uso de Ozempic, un medicamento inyectable conocido como la “droga de Hollywood”. Aunque originalmente diseñado para controlar los niveles de azúcar en adultos con diabetes tipo 2, Ozempic también se utiliza de manera indebida por personas no enfermas en un intento de perder peso.
Winslet reveló que había escuchado rumores sobre una “píldora” que las personas estaban usando para mejorar su apariencia física. Dado que en Londres, su ciudad natal, Ozempic no es tan popular como en Estados Unidos, su reacción al descubrir la verdadera intención detrás del uso del fármaco fue de horror y lo describió como algo “terrible”, por lo que alentó a las personas a adoptar hábitos alimenticios más saludables.
En la actualidad, la famosa actriz ha dejado de preocuparse por las críticas sobre su cuerpo y se niega a ser un modelo de anorexia o delgadez. Como mencionó en 2004: “De adolescente no podía controlarlo… Lo bueno es que ya no me hacen daño. Me tiene sin cuidado lo que puedan decir de mi silueta”.