La esperanza de vida en EEUU cayó por segundo año consecutivo en 2021, disminuyendo en casi un año con respecto a la de 2020, según un informe del gobierno publicado este miércoles. En los primeros dos años de la pandemia de covid-19, la esperanza de vida aproximada de los estadounidenses disminuyó de 78 años y 10 meses en 2019 a 77 en 2020 y a de 76.1 en 2021, la más baja registrada desde 1996, informó Univisión.com en su portal de noticias.
La esperanza de vida es una estimación del promedio de años que se espera que viva un bebé al nacer, según las tasas de mortalidad que existen en ese momento. “Incluso pequeñas disminuciones en la esperanza de vida de una décima o dos décimas de año significan que, a nivel de población, muchas más personas mueren prematuramente”, dijo Robert Anderson, jefe de estadísticas de mortalidad del Centro Nacional de Estadísticas de la Salud, que creó que el informe. “Esto indica un gran impacto en la población en términos de aumento de la mortalidad”, agregó.
La pandemia provocó una caída generalizada en la esperanza de vida, prácticamente en todo el mundo, pero la mayoría de los países más desarrollados que vieron esta tendencia en 2020 comenzaron a recuperarse en 2021. No fue lo que sucedió en EEUU, señaló el doctor Steven Woolf, director emérito del Centro de Sociedad y Salud de la Universidad Virginia Commonwealth, citado por The New York Times. Woolf caracterizó la reciente y sostenida caída en la esperanza de vida en Estados Unidos como “histórica”.
Aunque el coronavirus provocó tal descenso, la esperanza de vida en EEUU ya se había estancado antes de la pandemia, después de décadas de crecimiento. Según los funcionarios de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC), el covid-19 fue responsable de aproximadamente la mitad de la caída de la esperanza de vida de 2021, a pesar de las vacunas. Pero además de la enfermedad, también contribuyeron otros problemas de más larga data: sobredosis por drogas, enfermedades cardiovasculares, enfermedad hepática crónica y cirrosis o suicidio.
Si bien las tasas de suicidio disminuyeron en 2020 tras el inicio de la pandemia, el Centro Nacional de Estadísticas de la Salud reportó esta causa de mortalidad entre los factores que contribuyeron a la caída de la esperanza de vida en 2021. Según cifras de una base de datos de los CDC, el año pasado los suicidios aumentaron en EEUU, de 13.5 por cada 100,000 habitantes a 14.1. Por otra parte, aunque el sistema sanitario estadounidense se encuentra entre los mejores del mundo, los estadounidenses padecen lo que algunos han llamado “la desventaja de la salud en Estados Unidos”, en referencia a un conjunto de problemas que erosionan el bienestar, declaró al Times el doctor Woolf.
Entre estos elementos se encuentran un sistema de atención médica fragmentado e impulsado por el lucro, la mala calidad de la dieta media, el sedentarismo, y otros factores de riesgo como el tabaquismo, el acceso generalizado a las armas de fuego, la pobreza y la contaminación ambiental. Estos factores se agravan en muchos casos cuando se trata de minorías, que además sufren racismo y segregación, observó el experto. Si bien la caída en la esperanza de vida por la pandemia ha sido generalizada, algunas minorías se han visto particularmente afectadas. Tal es el caso de los nativos estadounidenses y los nativos de Alaska, cuya esperanza de vida experimentó una caída de más de seis años y medio desde el inicio de la pandemia y actualmente se sitúa en los 65 años, 11 años menos que la media nacional.
Los blancos no hispanos experimentaron la segunda caída más grande entre los grupos raciales y étnicos en 2021, con una caída en su esperanza de vida de un año, a 76 años y 5 meses, y los afroestadounidenses la tercera más grande, con una caída de más de ocho meses, a los 70 años y 10 meses. Los afroestadounidenses se vieron más afectados por la pandemia y sufrieron una caída mayor que los blancos en 2020. Por su parte, los hispanos, que vieron una gran caída (de cuatro años) en la esperanza de vida en 2020, mejoraron la estadística en 2021 por unos meses, a unos 77 años y 7 meses de vida promedio. Un elemento a su favor podrían haber sido las mejores tasas de vacunación contra el covid-19, señalan expertos.
Como suele ser tendencia, los hombres vieron su esperanza de vida más afectada que las mujeres en 2021. Para los hombres la esperanza de vida se redujo todo un año, de unos 74 años a 73, mientras que las mujeres vieron una caída de aproximadamente 10 meses, de poco menos de 80 años en 2020 a poco más de 79 el año pasado. Según los expertos, entre las posibles razones para tales diferencias entre grupos está la falta de acceso a una atención médica de calidad, tasas de vacunación más bajas y peores condiciones laborales que exigieron seguir trabajando en el peor momento de la pandemia.