La Asamblea General de la ONU abrirá este miércoles una sesión especial sobre la invasión rusa a Ucrania. La reunión continuará durante toda la jornada del jueves, y cabe la posibilidad de que se prolongue incluso hasta el viernes, dependiendo de cuántos de los 193 miembros del organismo tomen la palabra.
La resolución que apruebe la Asamblea no tendrá carácter vinculante sino principalmente simbólico, pero los 68 países que ya la apadrinan subrayan su importancia porque enviará “un fuerte mensaje a Rusia de que debe sentarse en una mesa de negociaciones”, como lo destacó este martes la embajadora de EEUU ante la ONU, Lisa Thomas-Greenfield.
La Asamblea se ha convertido en la única instancia de la ONU donde pueden aprobarse resoluciones, dada la inoperancia del Consejo de Seguridad, donde el derecho de veto de Rusia ha impedido que se apruebe una sola resolución relativa a la guerra en Ucrania tras un año de conflicto.
La resolución contiene el llamado a un “cese de hostilidades” que debe ir seguido de unas negociaciones entre las partes, subrayando el papel central de la carta de las Naciones Unidas y la integridad territorial de los estados, lo que lleva aparejado una retirada de tropas rusas del territorio ucraniano, según explicaron fuentes europeas a los periodistas.
En lugar de que sean los embajadores los que tomen la palabra, la Unión Europea va a desplazar a 25 ministros que hablarán en nombre de sus países para dar así mayor realce político y mostrar una imagen de unidad tras un objetivo común.
La gran pregunta es si los países llamados “occidentales” (la UE, EEUU, Canadá, Japón y Australia, principalmente) logran un apoyo superior a los 143 votos que en octubre pasado condenaron en la Asamblea los intentos rusos de anexionarse partes de Ucrania tras la celebración de cuatro referéndums ilegales.
Aquel fue el mayor triunfo diplomático del “bloque occidental”, pues Rusia solo logró el apoyo de cuatro países -Bielorrusia, Corea del Norte, Nicaragua y Siria-, mientras que 35 se abstuvieron, entre ellos China y gran parte del continente africano.
China se ha mostrado a lo largo de este año técnicamente neutral, pero sus diplomáticos ante la ONU siempre muestran una gran comprensión hacia los argumentos rusos y circula el rumor -hasta ahora sin confirmar- de que Beijing estaría promoviendo una resolución paralela para contrarrestar a la que se discutirá.
El sentido del voto de los países africanos -en los que crece imparablemente la influencia económica china y la presencia militar rusa- será el que finalmente demostrará si, un año después de la invasión, el antes llamado “tercer mundo” se pone del lado del bloque occidental o prefiere quedarse al margen de un conflicto que contemplan como ajeno.
La cifra de civiles fallecidos por la invasión rusa de Ucrania confirmados por Naciones Unidas superó este martes la barrera de los 8.000, indicó la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, que señaló que un año de conflicto también ha causado 13.287 heridos entre la población no militar.
“Nuestros datos son solo la punta del iceberg en una guerra cuyo coste en los civiles es insoportable”, destacó en un comunicado el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk.
Su oficina, que hace un seguimiento de las víctimas civiles desde el inicio de la invasión rusa, publicó un informe anual en el que subrayó que al menos 487 de los civiles fallecidos en un año de guerra y 954 de los heridos eran niños y niñas.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que continuará “sistemáticamente” con la ofensiva de Rusia en Ucrania.