Los líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) inauguraron en Madrid una cumbre de tres días, mostrando un desfase entre las entregas y la ayuda militar, financiera y humanitaria prometida a Ucrania para repeler la invasión rusa.

La disparidad entre lo comprometido y lo materializado, contrasta drásticamente con las preocupaciones expresadas por las potencias occidentales.

En el contexto de la cumbre del G7, el premier británico Boris Johnson, insistió en que las consecuencias para el mundo serían “absolutamente catastróficas”, si el presidente ruso Vladimir Putin tiene éxito en su invasión de Ucrania.

Dese el inicio de la agresión rusa, los países miembros de la OTAN, la Unión Europea y el G7, no han escatimado en sus anuncios de apoyo a Ucrania para amortiguar el impacto humanitario y financiero causado por la invasión. También han sido insistentes en su disposición por reforzar las capacidades defensivas de las fuerzas ucranianas.

Sin embargo, el apoyo no ha llegado a Kiev en el volumen ofrecido, de acuerdo con el programa fundado por el Kiel Institute for the World Economy para dar seguimiento a la ayuda prometida a Ucrania a partir del 24 de enero, fecha en que la OTAN puso en alerta a sus tropas.

El proyecto encabezado por Christoph Trebesch, profesor de Macroeconomía y Finanzas Internacionales, rastrea la aplicación de 85 mil millones de euros en compromiso hechos de gobierno a gobierno hasta el pasado 7 de junio.

Estados Unidos es por mucho el que más ha prometido, el 50% de los compromisos totales hechos por 37 países y la UE; le sigue la Comisión Europea con 13 mil 540 millones de euros anunciados, los 27 socios de la comunidad europea, 11 mil 640 millones en conjunto, y el Banco Europeo de Inversiones con dos mil millones. Canadá, Reino Unido, Suiza, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur y Turquía, también han hecho anuncios importantes.

Los datos divulgados por los expertos del organismo alemán, sostienen que el volumen de asistencia prometida en el ámbito militar ha aumentado en las últimas semanas, en respuesta a la reiterada solicitud de tanques, blindados y artillería por parte del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.

Para finales de marzo, solo Estados Unidos, Estonia y Polonia habían transferido armamento pesado. En el transcurso de abril, se sumó Canadá, la República Checa, Australia, Francia, Bélgica, Alemania, Holanda, Lituania, España, Portugal, Eslovaquia y letonia.

“Sin embargo, la diferencia entre las armas prometidas y las realmente entregadas puede ser muy grande”, indica en la última evaluación publicada el 16 de junio.

“En particular, Estados Unidos y Alemania, prometieron mucho más de lo entregado”, precisa.

Del Pentágono, Ucrania sigue esperando vehículos tácticos, el sistema de lanzamisiles múltiple ligero HIMARS, helicópteros Mi-17 y el sistema de comando para el lanzamiento de misiles Javelin. Las fuerzas ucranianas han recibido parcialmente drones tipo Switchblade y Phoenix Ghost, así como obuses M777 con munición dirigida por GPS.

Alemania no ha transferido el sistema de artillería Panzerhaubitze 2000, el lanzacohetes Mars II, el blindado Gepard armado con dos cañones y el sistema de misil aire-aire IRIS-T SLM.
El volumen de ayuda financiera ha aumentado significativamente desde mayo, aunque de los más de 30 mil millones de euros prometidos desde febrero, solo se han desembolsado seis mil, lo cual ha tenido como resultado un aumento del déficit.

“Además de las armas, la ayuda financiera es cada vez más urgente, ya que ha llegado muy poca a Ucrania. La guerra está provocando el colapso de los ingresos fiscales y el aumento vertiginoso de los costos fiscales, por ejemplo, para pagar a los soldados y reparar la infraestructura esencial. Esto pone al Estado presupuesto bajo estrés”, afirma Trebesch.

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, Ucrania requiere de unos 5 mil millones de euros en financiamiento externo al mes. Considerando la deuda acumulada, necesita a partir de junio unos 15 mil millones, estima Trebesch.

Si se toma en consideración el tamaño del Producto Interno Bruto (PIB), Estonia, Letonia, Polonia y Lituania han contribuido muy por encima de economías europeas más grandes o prósperas, concretamente Alemania, Francia, Luxemburgo, Dinamarca y Suecia.

Los expertos sostienen que no es posible proporcionar una imagen completa de la ayuda bilateral, debido a que algunos gobiernos no ofrecen detalles sobre su apoyo a Ucrania, especialmente en materia de equipo militar y armas.

No obstante, detallan, los datos ofrecidos en la base de datos ofrecen una cuantificación meticulosa de todo el apoyo dado a conocer públicamente.

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