Por Sebastián García Méndez

Hay algo en el rostro de Diego Martín Cocca que le impide sonreír a plenitud.

El entrenador de la Selección Mexicana está por enfrentar su primer cotejo amistoso de este lado de la frontera, pero está consciente que recibió una granada con el seguro a punto de ser vencido. Es por eso que resulta muy necesario vencer a Estados Unidos, rival ante el que no se triunfa desde septiembre de 2019.

Desde entonces, se han enfrentado cuatro veces, de las que el acérrimo rival ganó tres y se registró un empate.

“Esto es un proceso, de mejora poco a poco y con el tiempo y de paciencia, que se ha perdido muchísimo”, sentencia el argentino. “Confío en que las cosas se hacen mejor cada día”.

Lo cual deberá quedar demostrado este miércoles por la noche sobre el campo del estadio State Farm, donde su proceso podría vivir un punto de quiebre, sin importar que apenas sea en su tercer cotejo.

“Es un partido muy importante por la rivalidad histórica que hay con Estados Unidos, porque es el rival fuerte de la zona”, reconoce.

La victoria ante Estados Unidos es obligada

Disputar el duelo fuera de Fecha FIFA y que sea entre la antepenúltima y la penúltima jornada del torneo de Liga lo complica mucho más, porque a los clubes mexicanos lo que más les interesa es que sus futbolistas no se lesionen.

“Y estamos de acuerdo en que nos encontramos en un momento complicado en la Liga MX, porque estamos en los últimos partidos y todos los equipos se están jugando algo”, subraya. “Por eso, encaramos este partido de la mejor manera, siendo políticos, sabiendo que la Selección es de todos y llegamos a un buen acuerdo con los clubes, que nos han prestado jugadores”.

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