Faltando menos de dos semanas para la entrada en vigor de la Ley Migratoria de Florida S.B. 1718, la más dura en su tipo en Estados Unidos, organizaciones que luchan por los derechos de los inmigrantes se organizan a nivel nacional para lanzar una serie de protestas antes, durante y después de que sea activada la polémica legislación, publicó Univisión.com en su portal de noticias. La Coalición Derechos Plenos para los Inmigrantes en Los Ángeles planea formar una caravana de automóviles para recorrer varios estados días antes de que entre en vigor la ley, según dijo Una José Gutiérrez, director ejecutivo de la organización.
El activista dijo además que “desde 1994, cuando la mayoría de los votantes de California aprobaron la Proposición 187, los inmigrantes no se han enfrentado a una ley estatal antiinmigrante tan extrema y peligrosa como es el caso del gobernador Ron De Santis con la Ley SB-1718”. La Proposición 187, patrocinada por republicanos, pretendía vetar a inmigrantes indocumentados de todos los servicios públicos, incluyendo la educación, pero semanas antes de la elección general cientos de miles de ciudadanos salieron a protestar a las calles y dieron vuelta los resultados de unos comicios cuyos resultados les hicieron perder a los republicanos el control del estado de California.
“Hoy, millones de hombres y mujeres trabajadores en todo Estados Unidos están preocupados de que pronto los casi 800,000 trabajadores indocumentados que se estima que viven, trabajan y pagan impuestos en Florida serán perseguidos, arrestados, encarcelados y deportados de manera expedita bajo los términos contenidos en S.B. 1718”, dijo Alicia Flores, directora ejecutiva del Centro Juvenil y Comunitario Hank Lacayo, en el condado de Ventura.
“Si no se detiene, la S.B. 1718 será recordada como la ley estatal más antiinmigrante, antilatina, antiobrera y antiempresarial de la historia de Estados Unidos. Debemos proteger todo el progreso que hemos logrado en nuestra gran nación. Nuestras comunidades, y nuestros amigos y aliados en otros estados y en todo el mundo, nos buscarán en busca de tranquilidad. Debemos ofrecerles una resolución de acero. Es lo menos que podemos y debemos hacer”, agregó.
Gutiérrez, por su parte, anunció una conferencia de prensa para hacer públicos detalles de la caravana que se llevará a cabo este martes en la Parroquia de Nuestra Señora Reina de los Ángeles (Our Lady Queen of Angels), ubicada junto al mural de la Virgen de Guadalupe en el callejón adyacente a la iglesia, señalaron los activistas. Entre los convocantes también se cuenta la participación de la Coalición Quiero Mi Tarjeta Verde, los Comités de Morena del Sur de California, la Coalición Todos Somos Florida y otros miembros de la comunidad inmigrante del Sur de California y el liderazgo, señalaron.
En Washington DC, algunas organizaciones no habían recibido noticias de la convocatoria a protestas y caravanas hacia Florida en las semanas previas al 1 de julio. “Pero a pesar de que en estos momentos no estamos participando, apoyamos las iniciativas”, dice Abel Núñez, director ejecutivo del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN). “Esta ley (S.B. 1718) fue diseñada para alguien que corre para presidente, se trata de una estrategia de campaña. No protege a los ciudadanos de Florida, está basada en el odio y en asegurar un porcentaje de votos de electores antiinmigrantes”, agregó. Núñez también dijo que “la S.B. 1718 no es una ley para gobernar, sino para ganar una elección, eso es todo”.
En Florida, también hay preparativos para eventos similares. “Nosotros vamos a seguir alzando la voz en contra de esta legislación y exponiendo a los congresistas que hicieron esto”, dice María Bilbao, coordinadora de campañas de la American Friends Service Committee (AFSC). “Estamos pensando incluso en demandas en contra de esta ley antiinmigrante. Es la única manera en que podamos bajarla junto con movilizar a la población inmigrante antes del 1 de julio, en esa fecha y también después”. Bilbao conformó además que el 1 de julio, cuando la iniciativa entre en vigor, habrá protestas en las localidades de Immokalee (centro de Florida) y Homestead (sur), las dos principales zonas agrícolas del estado.