Insectos, muchas veces en cuanto vemos a uno, el primer pensamiento es aplastarlo porque es pequeñito, concepto que suele relacionarse con el término insignificante, pero Levon Biss, fotógrafo inglés, encontró el “universo” en ellos con ayuda del aumento y así surgió una nueva pasión.

Con una carrera de 18 años, este fotógrafo lo tenía todo: hizo portadas para la revista Time, retrató a Usain Bolt, a Quentin Trantino y viajó por el mundo, pero no fue suficiente, Biss tenía curiosidades por explorar.

“Cuando vi un escarabajo a través de un microscopio pude ver todos estos colores iridiscentes en las alas, verdes brillantes, y visualmente me recordó imágenes de la galaxia; quedé maravillado”, explica Biss.

Ese primer acercamiento fue lo que llevó al inglés “perseguir” ese tipo de belleza: las mini esculturas que resultaron ser los insectos. Así fue como Biss inició su proyecto Microsculpture, fotos en alta definición que dejan ver hasta el mínimo detalle de los insectos y que a partir del 17 de abril estarán exhibidas en Insecta, Festival del Bosque en el Complejo Cultural Los Pinos.

“No soy científico ni entomólogo, pero fue la curiosidad la que me llevó a fotografiar a detalle a los insectos. Conforme envejeces, hay que obligarse más a probar nuevas cosas, así que cada que fotografío a un insecto descubro cosas”, afirma.

A Biss le lleva un año fotografiar 10 insectos (hasta ahora ha fotografiado a 37 en total) y es que el proceso para completar una imagen detallada le lleva entre tres o cuatro semanas, pues fotografía parte por parte del insecto, cada una con diferente iluminación. Al final, una imagen se compone por aproximadamente 8 mil fotografías unidas con un programa de edición.

Para obtener una imagen detallada, Levon usa además de una cámara de 36 megapixeles, un lente microscópico 10 aumentos con un objetivo de 200 mm y la base de un microscopio para manipular la distancia entre el lente y el insecto.

“El tiempo puede variar porque depende de la profundidad de un insecto, una mariposa se fotografía más rápido que un escarabajo”.

Biss, quien colabora con el departamento de entomología de la Universidad de Oxford, reflexiona sobre las diferencias de hacer este proyecto y las imágenes que se publican por segundo en redes sociales: “tienen un propósito distinto, pero la cuestión es que las fotografías para redes sociales no son pensadas, son desechables. Yo quiero algo con más consideración. Al final cada foto tiene un valor por todo el proceso que hay detrás”.

Con este proyecto, el fotógrafo quiere inspirar mayor respeto por estas especies y crear consciencia: “Estamos perdiendo gran volumen de insectos. Es aterrador”.

Sin embargo, Biss piensa poner fin a este proyecto que lo ha hecho popular y explorar un nuevo camino que aún no puede revelar.

jgt

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