Beirut.— El jefe del movimiento libanés proiraní Hezbolá afirmó ayer que su formación luchará “sin límites” si Israel declara la guerra a Líbano, al día siguiente de la muerte del número dos del movimiento palestino Hamas, Saleh al-Arouri, cerca de Beirut.
“De momento, combatimos en el frente de forma calculada (…) pero si el enemigo piensa lanzar una guerra contra Líbano, combatiremos sin límites, sin restricciones, sin fronteras”, advirtió Hassan Nasrallah en un discurso retransmitido en directo por televisión. “No tememos a la guerra”, insistió.
Su discurso se produce al día siguiente de la muerte de Al-Arouri, y de otros seis dirigentes del movimiento islamista palestino en un bombardeo atribuido a Israel en el suburbio sur de Beirut, bastión de Hezbolá. Nasrallah afirmó que el asesinato del dirigente de Hamas, un movimiento aliado, era un “crimen peligroso” y que no “quedaría impune”. Al-Arouri será enterrado el jueves en el campo de refugiados palestinos de Shatila, en Beirut.
El ejército israelí no reivindicó el bombardeo, pero afirmó que se preparaba para “cualquier escenario”.
Un funcionario de seguridad libanés de alto rango declaró a la AFP que el número dos de Hamas había sido blanco de “misiles guiados” lanzados desde un caza israelí.
Israel llevó a cabo el ataque en el que murió el número dos del movimiento islamista palestino, afirmó un funcionario de defensa de EEUU.
El gobierno alemán ha instado a los ciudadanos alemanes a abandonar el Líbano “por la vía más rápida” ante la posibilidad de que se produzca “una escalada en la frontera entre Israel y el Líbano”.
Tras una reunión del gabinete de crisis del Ejecutivo del canciller Olaf Scholz, el Ministerio de Asuntos Exteriores urgió a los nacionales alemanes a que se registren en la lista consular de emergencias y abandonen el país con la mayor celeridad posible. Berlín ya había pedido a sus ciudadanos que salieran del Líbano en octubre; sin embargo, en esta ocasión, tras el asesinato por parte de Israel del dirigente de Hamas ha renovado su exhortación con una mayor urgencia.
El gobierno canadiense también recomendó a sus ciudadanos que eviten viajar al Líbano. Canadá señaló a sus ciudadanos que la seguridad en el Líbano se puede deteriorar en cualquier momento.
Desde el 8 de octubre, al día siguiente del inicio de la guerra entre Israel y Hamas, Hezbolá lanza ataques casi diarios contra Israel.
Los intercambios de disparos se habían limitado a la zona fronteriza de ambos países. Desde el inicio del conflicto, 171 personas murieron en Líbano, entre ellos más de 120 combatientes de Hezbolá y más de 20 civiles, incluidos tres periodistas, según un recuento de la AFP.
En el norte de Israel, nueve soldados y cinco civiles murieron, según las autoridades.
Aludiendo a la guerra en Gaza, el jefe de Hezbolá subrayó que Hamas no había sido derrotado.
Esta guerra “debilitó a Israel, incluso hace tambalear su existencia, y, como dicen nuestros hermanos palestinos, puso a Israel en la vía de la desaparición”, sostuvo.
Exigencia para los hutíes
Mientras, Estados Unidos y otros 11 países, incluidos Alemania, Reino Unido y Japón, exigieron a los hutíes el fin “inmediato” de sus ataques y les advirtieron que “asumirán la responsabilidad de las consecuencias” si no los cesan.
“Que nuestro mensaje sea ahora claro: pedimos el fin inmediato de estos ataques ilegales y la liberación de los buques y tricpulaciones detenidos ilegalmente”, dijeron en un comunicado conjunto firmado también por Italia, Bélgica, Canadá, Dinamarca y Nueva Zelanda. Los hutíes han lanzado varias andanadas de misiles y drones contra el sur de Israel en los dos últimos meses y medio y contra buques con la bandera del Estado judío o propiedad de empresas israelíes en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb.