Puerto Príncipe.— El influyente jefe de una de las pandillas que azotan Haití amenazó ayer con una “guerra civil” si el cuestionado primer ministro, Ariel Henry, se mantiene en el poder en el pequeño país caribeño, escenario de un estallido de violencia, mientras Estados Unidos afirmó que “no presiona de ningún modo” a Henry para que renuncie, pero sí le instó a que acelere el proceso de transición.

“Si Ariel Henry no dimite, si la comunidad internacional sigue apoyándolo, nos dirigimos hacia una guerra civil que llevará a un genocidio”, declaró Jimmy Cherizier, apodado Barbecue, durante una entrevista con la prensa.

Las bandas armadas, que controlan franjas enteras de Haití, incluida la capital, Puerto Príncipe, anunciaron la semana pasada que unían sus fuerzas contra el gobierno y desde entonces han llevado a cabo ataques contra infraestructuras y lugares estratégicos, aprovechando un viaje al extranjero del premier.

“Debemos unirnos. O Haití se convierte en un paraíso para todos o en un infierno para todos”, añadió este expolicía de 46 años, convertido en líder de una coalición de bandas conocida como el G9 y objeto de sanciones de Naciones Unidas.

“No se trata de que un pequeño grupo de ricos que viven en grandes hoteles decidan el destino de los habitantes de los barrios populares”, prosiguió. Henry, en el poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, intenta regresar a Haití y aterrizó el martes en Puerto Rico.

El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, indicó que “no le estamos pidiendo ni presionando para que dimita [a Henry], pero sí le instamos a que acelere la transición hacia una estructura de gobierno inclusiva que actúe con urgencia para ayudar al país a prepararse para una misión multinacional de apoyo a la seguridad que se ocupe de la situación y allane el camino para unas elecciones libres y justas”.

Haití vive desde el jueves pasado una nueva escalada de la violencia a manos de las poderosas bandas armadas que controlan gran parte de Puerto Príncipe y otras partes del país, lo que se produce en ausencia de Henry.

El primer ministro fue atendido este miércoles en Puerto Rico por las agencias de EU que operan en la isla, principalmente el Buró Federal de Investigaciones (FBI), mientras se dilucidan sus próximos pasos.

El Consejo de Seguridad de la ONU preveía realizar una reunión de emergencia sobre la situación en el país, asolado por la violencia cada vez más extendida.

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