Cabecillas de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) huyeron a México para sortear la guerra declarada por el presidente Nayib Bukele en El Salvador, informó este martes el gobierno del país centroamericano, que planea ampliar un régimen de excepción vigente para su combate.

“Muchas de esas sillas [puestos de mando] que están pendientes [de capturas] sabemos que están en México, y que desde allá están girando instrucciones de manera cobarde”, declaró el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, al canal privado 21 de la TV local.

El funcionario no explicó cuándo huyeron del país ni sus identidades. La banda es liderada por 15 miembros, que es el número de letras con que se escribe Mara Salvatrucha.

“De esas 15 sillas que gobernaban la estructura, los 31 programas [divisiones] que tiene la MS a nivel nacional, siete de esas sillas ya están tras las rejas”, dijo. Al directorio de 15 miembros de la pandilla se le conoce como Ranfla Nacional. Según explicó Villatoro, esta tiene 31 subjefaturas en todo el país, que tienen bajo su mando a 434 clicas (células), cada una con un cabecilla llamado palabrero.

“Esta guerra en contra de las pandillas no se hubiese podido planificar en cada una de sus fases porque cada mes del régimen de excepción desde su implementación tenía sus objetivos, y son esos objetivos los que diariamente vamos monitoreando”, aseguró en el programa televisivo.

El ministro de Justicia y Seguridad salvadoreño agregó que a principios de junio se hicieron intervenciones de “bandas delincuenciales comunes mezcladas con pandilleros” y añadió que era una mutación lógica que se podía esperar.

El martes, Villatoro presentó una petición al Congreso para extender por tercera ocasión el régimen de excepción vigente desde marzo, y que permite detenciones sin órdenes judiciales.

“Un pandillero en una comunidad es como una célula cancerígena, y tenemos que aplicar quimioterapia. No vamos a descansar hasta que el último pandillero en nuestro territorio haya sido capturado”, dijo Villatoro luego ante el Parlamento. Desde fines de marzo han sido detenidos 41 mil 846 presuntos pandilleros, según la fiscalía.

Refirió que, pese a los constantes llamados de organismos internacionales al respeto al Estado de derecho, Villatoro argumentó que el régimen de excepción y las capturas se están realizando apegados al respeto a derechos humanos.

El asesinato de 87 personas entre el 25 y el 27 de marzo, en crímenes atribuidos a pandillas, llevó al Congreso a declarar un régimen de excepción a pedido del presidente Nayib Bukele, y cuya última prórroga concluye el 25 de junio.

El Parlamento, controlado por aliados del presidente, también ha elevado las penas por crímenes vinculados a pandillas.

En El Salvador operan principalmente las pandillas MS-13 y Barrio 18. Hasta antes de la arremetida del gobierno estaban encarcelados unos 16 mil de sus miembros, pero con las detenciones de los últimos tres meses se hallarían tras las rejas 57 mil 846 miembros, 83% de los 70 mil miembros que oficialmente se considera que existen en el país.

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