Todo equipo de fútbol quiere ganar su partido de bienvenida y es especialmente satisfactorio si puedes hacerlo de manera dominante. Los Cowboys lograron ambas cosas el domingo por la tarde. El día comenzó con un tributo previo al juego en los gigantescos tableros de video del estadio AT&T que, en sentido figurado, coronó a Ezekiel Elliott como Rey del baile de bienvenida. Terminó con los Cowboys propinándole al rey de todos los entrenadores de la NFL, Bill Belichick, la derrota más desigual en sus 29 años como entrenador en jefe, informa CBS News Texas con datos de Agencia AP.
Es posible que el marcador final de 38-3 no indique completamente cuán unilateral fue realmente este juego. Los Cowboys expulsaron del juego al mariscal de campo de los Patriots, Mac Jones, con tres tomas de balón, incluida una captura de Dante Fowler que resultó en un balón suelto devuelto para touchdown por Leighton Vander Esch. DaRon Bland hizo una muy buena personificación de Trevon Diggs en su segunda apertura reemplazando al esquinero lesionado, interceptando dos pases y devolviendo uno de 54 yardas para touchdown.
La defensa terrestre de Dallas mejoró mucho, limitando a los Patriots a 53 yardas en 23 acarreos. Elliott, el tercer corredor líder en la historia de los Cowboys, se limitó a solo 16 yardas en seis acarreos. Los Cowboys mejoran a 3-1 en la temporada y permanecen un juego detrás de Filadelfia en la NFC Este. Dallas juega en San Francisco el próximo domingo por la noche.
Recuerde: los Niners eliminaron a los Cowboys de los playoffs en cada uno de los últimos dos años. San Francisco y Filadelfia son los únicos equipos de la liga con récords perfectos de 4-0.
