Al no lograrlo a las primeras de cambio, pensamos que ‘a la tercera es la vencida’ o que ‘no hay quinto malo’. Pero, ¿cómo te consuelas si eres Paul Thomas Anderson o Diane Warren y no lo has logrado al noveno o al decimotercer intento?
Ellos y otros colegas buscarán el 27 de marzo, una vez más, dejar de ser eternos nominados y, por fin, llevarse un Óscar a casa.
¿Número maldito o mágico?
La lista es larga, muy larga. “Mannequin” (1987), “Up Close & Personal” (1996), “Con Air” (1997), “Armageddon” (1998), “Music of the Heart” (1999), “Pearl Harbor” (2001), “Beyond the Lights (2014), “The Hunting Ground” (2015), “Marshall” (2017), “RBG” (2018), “Breakthrough” (2019) y “The Life Ahead” (2020), todas le supusieron nominaciones a Diane Warren por mejor canción original.
Y este año llegó la número 13 por “Four Good Days”, para ampliar su nada envidiable récord como la mujer más nominada sin un Óscar.
Según las quinielas, tendrá que seguir esperando para sumar la estatuilla dorada a sus dos Globos de Oro Globe, un Grammy, un Emmy y tres premios Billboard.
¿10+2=0?
Pisándole los talones a la compositora, Daniel Sudick aspira por partida doble a ganar en mejores efectos especiales por “Free Guy” y “Spider-Man: No Way Home”. Con esto completa 12 nominaciones en una categoría en la que nunca ha ganado, pese a que casi siempre estuvo ligado al poderoso universo Marvel, conocido por sus espectaculares efectos visuales.
Tres opciones más para PTA
Paul Thomas Anderson, PTA para los amigos, es uno de los cineastas más aclamados de los últimos tiempos, como lo demuestran sus ocho nominaciones previas en diversas categorías por “Boogie Nights” (1997),”Magnolia” (1999), “There Will Be Blood” (2007), “Inherent Vice” (2014) y “Phantom Thread” (2017).
En 2022 suma otras tres por “Licorice Pizza”, en mejor dirección, mejor película y mejor guion original. Esta última es en la que parece tener más opciones para romper con la sequía.
Ni por un lado ni por el otro
Tras hilvanar tres nominaciones seguidas en las categorías de actuación con “Silver Linings Playbook” (2012), “American Hustle” (2013) y “American Sniper” (2014), más una cuarta a mejor película por esta última, todo hacía presagiar que Bradley Cooper pronto sería reconocido como uno de los grandes intérpretes de su generación.
Lo siguió intentando en diversas facetas con “A Star is Born” (2018), por la que estuvo nominado como actor, guion adaptado y película (como productor) y “Joker” (2019), también a mejor película en sus labores de producción, pero nada.
Y aunque este año no fue reconocido por su papel secundario en “Licorice Pizza”, tendrá una oportunidad más, la novena, de levantar el galardón como productor de “Nightmare Alley”, una de las 10 nominadas a mejor película, aunque no es de las favoritas de la edición.
Muy personal y muy valioso
Unos lo conocen como uno de los grandes realizadores e intérpretes shakesperianos. Los más jóvenes lo asocian más a las películas de Marvel o a sus recientes versiones de clásicos de Agatha Christie.
Y con esa polivalencia ha buscado el Óscar de casi todas las formas: mejor actor y director (“Henry V”, 1989), mejor corto (“Swan Song”, 1992), mejor guion adaptado (“Hamlet”, 1996) y mejor actor secundario (“My Week with Marilyn”, 2011).
Ahora con su historia más personal, el británico Kenneth Branagh aspira al mejor director, mejor guion original y mejor película, con lo que llega a ocho nominaciones y podría estar más cerca que nunca de ganar gracias a “Belfast”, la ciudad en la que nació.
¿Almodóvar le traerá suerte?
Colaborador recurrente de Pedro Almodóvar desde hace tres décadas, el compositor español Alberto Iglesias había recibido nominaciones por las bandas sonoras de “The Constant Gardener” (2005), “The Kite Runner” (2007) y “Tinker Tailor Soldier Spy” (2011).
Lo curioso es que recién este año busca ganar de la mano de un proyecto del director manchego, “Madres paralelas”. Pero tienen enfrente a Hans Zimmer, que con su composición para “Dune” ya se ha llevado el Bafta, el Globo de Oro o el de los críticos musicales.
A la una, a las dos y a las…
Visto más como un actor taquillero y de entretenimiento, Will Smith es igualmente respetado en el gremio, como confirmaron sus nominaciones por “Ali” (2001) y “The Pursuit of Happyness” (2006).
Ahora con “King Richard”, en la que interpreta con todos sus matices al padre de Venus y Serena Williams, podría decir que ‘la tercera es la vencida’: su interpretación ya le valió el Globo de Oro, el Bafta y el premio del Sindicato de Actores (SAG). Y por si fuera poco, también aspira con la misma cinta al premio a la mejor película.
También con dos nominaciones previas, aunque con pronósticos más reservados, llega Jessica Chastain, polifacética actriz que ya estuvo en la mira por “The Help (2011) y “Zero Dark Thirty” (2012) y que viene de dar la sorpresa en los SAG, donde se alzó como mejor actriz por “The Eyes of Tammy Faye”.
Menos probabilidades, sin embargo, parece tener el canadiense Denis Villeneuve, que tras intentarlo con “Arrival” (2016) se juega dos cartas ahora gracias a “Dune”: mejor película y mejor guion adaptado.
Escena postcréditos
Pase lo que pase la noche del 27 de marzo en Los Ángeles hay alguien que, por ahora, seguirá siendo el mayor perdedor de la historia de estos premios.
El estadounidense Greg P. Russell ha estado 16 veces en las papeletas para la mejor mezcla de sonido, desde “Black Rain” (1989) hasta “Skyfall” (2012), pasando por “The Mask of Zorro” y “Armageddon” (ambas de 1998) y “Memoirs of a Geisha” (2005.
Todo eso sin contar que una decimoséptima nominación, la de “13 Hours” en 2017, le fue retirada 24 horas antes de la ceremonia “por violaciones de las reglas de campaña de la Academia”.
mafa