Ciudad del Vaticano.- El cardenal Matteo Zuppi, el presidente de la Conferencia Episcopal italiana que fue el enviado del fallecido papa para mediar en la guerra en Ucrania, cuenta con experiencia en la resolución de conflictos como Mozambique, Burundi o Guatemala y da gran atención a los desfavorecidos, en línea con el pontificado de Francisco.

Zuppi, arzobispo de Bolonia (norte) y presidente de los obispos italianos, es conocido por ser “un cura de calle” volcado con los más pobres y los migrantes, a pesar de haber sido nombrado cardenal.

Estas características, pero sobre todo su trabajo de mediación en los acuerdos de paz en Mozambique en 1992, en Guatemala a mediados de la década de 1990 y su colaboración con Nelson Mandela para el alto el fuego en Burundi en 2003, llevaron al pontífice argentino a confiarle la misión más delicada de todo el pontificado: mediar en la guerra con Rusia.

De buen talante, abierto, siempre se mostró totalmente de acuerdo con Jorge Bergoglio e incluso fue más allá aprobando en la Conferencia Episcopal italiana la admisión de curas homosexuales y apoyando en pleno la bendición de las parejas gays.

Nacido en Roma el 11 de octubre de 1955, Zuppi fue ordenado sacerdote para la diócesis de Palestina el 9 de mayo de 1981 y de 2000 a 2012 fue el asistente eclesiástico general de la Comunidad de fieles laicos de San Egidio tras conocer a su fundador, Andrea Riccardi.

En 2012 fue designado obispo auxiliar de Roma por Benedicto XVI, mientras que Francisco lo nombró arzobispo de Bolonia en 2015 y, cuatro años más tarde, cardenal.

En la Comunidad de San Egidio, donde comenzó como sacerdote, conocida como la ONU de Trastevere, el barrio romano donde tienen su sede, rige un absoluto silencio porque serán seguramente ellos, con un amplio historial en labores de mediación, quienes ayudarán a Zuppi en su misión.

La propia comunidad está implicada en un intensa tarea humanitaria en Ucrania, con más de mil toneladas de ayuda enviadas, cuatro centros de distribución y una densa red de relaciones también con el Patriarcado de Moscú.

Zuppi también participó junto al metodista irlandés Harold Good, que fue testigo del desarme del IRA, en el acto que se celebró en el Ayuntamiento de Bayona el 8 de abril de 2017 donde se entregaron los documentos con las localizaciones de los depósitos de armas de la banda terrorista ETA a los integrantes de la Comisión Internacional de Verificación (CIV).

El arzobispo de Bolonia había intentado con San Egidio una mediación entre ETA y el Gobierno español, que no logró prosperar.

En 1990, Riccardi, el fundador de la Comunidad de San Egidio, y Zuppi desempeñaron el papel de mediadores en las negociaciones entre el gobierno de Mozambique, entonces controlado por los socialistas del Frente de Liberación, y el partido Resistencia Nacional, enfrentados desde 1975 en una cruenta guerra civil.

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