Por Ángel Santamaría

Melania Knauss, supermodelo eslovena y exprimera dama, tuvo un bajo y enigmático perfil luego de que su esposo, Donald, dejara la presidencia, pero ahora que vuelve al poder, ella piensa residir sobre todo en la Casa Blanca y aunque siente que “siempre fui yo misma la primera vez. Simplemente siento que la gente no me aceptaba. Tal vez no me entendían como tal vez me entienden ahora y no tuve mucho apoyo”.

Hace una semana declaró en “Fox & Friends” que “mi prioridad es ser madre, ser primera dama, ser esposa. Y una vez que estemos en el cargo el 20 de enero, serviremos al país”.

Durante la campaña apenas volvió a aparecer en la Convención Nacional Republicana, en Milwaukee, Wisconsin, justamente para apoyar al magnate tras cuatro años de hermetismo.

“Melania Trump apenas ha aparecido al lado de su esposo mientras hace campaña para regresar a la Casa Blanca, y ciertamente no ha hecho campaña por él. Rechazó múltiples solicitudes para hablar en el escenario más importante del Partido Republicano del año, negándose incluso a presentar a su esposo en la Convención Nacional Republicana (…) Apareció, brevemente y en silencio, sólo en la última noche de la conferencia”, recordó Mini Racker en The Daily Beast.

Tras eso, en estos tiempos electorales, sorprendió un poco al anunciar su primer libro autobiográfico Melania, que definió como una “historia apasionante” de una mujer que ha “superado la adversidad y labrado su propio camino”.

Su perfil público aumentó hacia el final de la campaña y desde que Trump ganó el pasado 5 de noviembre se le ha visto junto al magnate neoyorquino.


Su primer paso por la Casa Blanca

Durante el paso de su marido por la Casa Blanca se ocupó de algunas causas sociales, ligadas con el bienestar de la niñez e incluso lanzó una campaña contra el acoso en línea; no obstante, procuró estar del lado opuesto de los reflectores, y su vida pública hermética se mantuvo cuando Donald Trump dejó la presidencia.

“Continuaré con Be Best y también ampliaré Be Best”, declaró sobre el programa enfocado en el bienestar de los niños.

También estrenará una película biográfica, tras publicar en octubre sus memorias. La idea fue suya, dijo.

En sus memorias, la exprimera dama compartió su postura a favor del aborto, el momento en que conoció a Donald Trump en un club nocturno de la ciudad de Nueva York y los rumores “crueles” de que su hijo padecía autismo; sin embargo, como dice Naomi Fry en un artículo en The New Yorker, Incluso en sus memorias, Melania Trump sigue siendo un misterio.

Alexandra Jacobs coincidió en el The New York Times y escribió que “las memorias de la Casa Blanca tienden a extenderse un poco. Melania Trump es delgada, como corresponde a una antigua modelo que se preparó para la toma de posesión de su marido en 2017 con un expreso fuerte y un desayuno ligero de fruta, pero está muy fuera de forma”.

“Tal vez algunas personas me vean como la esposa del presidente, pero yo me valgo por mí misma, soy independiente”, ha contado Melania.

Cuando fue primera dama su rol fue de bajo perfil y después “resguardada tras las puertas cerradas de sus tres casas, su mundo se limita a un pequeño círculo: su hijo, sus padres ya mayores y un puñado de viejos amigos”, narraron Lisa Lerer y Katie Rogers, periodistas del Times en La muy privada vida de Melania Trump.


Un icono de la moda

Nacida el 26 de abril de 1970, Melanija Knavs, originaria de Eslovenia, tiene un hijo con el exmandatario, Barron William Trump. Luego de que su marido dejara el poder se llegó a mencionar una posible separación del magnate neoyorquino. “Como una particular que a menudo ha sido objeto de escrutinio público y de tergiversaciones, siento la responsabilidad de aclarar las cosas y ofrecer el relato real de mis experiencias”, escribe Melania en la nota inicial del libro.

Como supermodelo se consolidó como un icono de la moda. Tras dejar el papel de primera dama, se centró en la educación de Barron “y en el bienestar de sus padres, que viven también en Palm Beach”, reportó María Antonia Sánchez-Vallejo para El País, en Melania Trump, la sonrisa de la esfinge y el hermetismo por bandera.

“Desde su punto de vista y el de sus amigos, ha pasado por muchas cosas que la han convertido en una mujer fuerte e independiente”, dijo R. Couri Hay, publicista que conoció a Melania Trump en Nueva York antes de que se fuera a Washington, indican Lerer y Rogers en el artículo del Times. “Ha aprendido a cerrar puertas y persianas y a permanecer en privado. No vemos mucho, no oímos mucho”. Sánchez-Vallejo recuerda que “en la era de la sobreexposición pública, su silencio resulta atronador. Los conocidos gestos de desdén soltándose de la mano de su esposo forman casi parte de la cultura popular, pero a saber qué otros desplantes le tiene reservados si Trump es reelegido en 2024… y si para entonces siguen juntos. Quienes pronosticaban que la pareja se rompería al dejar la Casa Blanca se equivocaron”.

Hace una semana, adelantó que “estaré en la Casa Blanca”.

“Y cuando necesite estar en Nueva York, estaré en Nueva York. Y cuando necesite estar en Palm Beach, estaré en Palm Beach”, añadió Melania.

Barron, que estudia en la universidad en Nueva York, “vendrá de visita”, añadió.

Una fuente le dijo a People en diciembre que “ella hará todo lo posible para asegurarse de que a Barron le vaya bien en la escuela y se adapte social y mentalmente a su vida como estudiante universitario”.

Y sobre su esposo, Donald Trump, afirma que “no siempre estoy de acuerdo con lo que dice o hace mi marido (…) Le doy mi consejo, y a veces me escucha, a veces no, y no pasa nada”.

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