La Selección mexicana cayó ante su similar de Qatar, ante un público numeroso, la mayoría apoyando a los mexicanos, en Santa Clara, California.

Las escuadras nacionales de México y Qatar se enfrentaron por el cierre de la fase de grupos de la Copa Oro 2023 en la cancha del Levi’s Stadium en Santa Clara.

Los dirigidos por Jaime Lozano buscaban cerrar de manera perfecta la fase de grupos en un partido que se antojaba de trámite para los aztecas.

Sin embargo, no pudieron ante los qataríes y cayeron en un contragolpe que los agarró de sorpresa y de un sólido cabezazo enviaron el balón al fondo de las redes.

Memo Ochoa, el portero mexicano, que su titularidad es otro tema viejo a discutir, nada o poco pudo hacer ya que a pesar de lanzarse en la dirección del balón, lo malabareó sin evitar el gol.

Los qatarís, comprendieron que debían guardar celosamente ese gol y se amarraron atrás, borrando por completo el ataque de los mexicanos, que a pesar de llegar en varias ocasiones, no lograron el empate.

Ni la presencia de los seleccionados titulares, ni las jóvenes promesas, ni los jugadores en Europa, fueron suficientes para ganarle a uno de los equipos más débiles del torneo.

El resultado, de alguna manera sorprendente, enfureció al público que apoyaba a la escuadra mexicana y comenzaron a chiflar y gritar insultos a los jugadores aztecas, al grado que comenzaron a aplaudir cualquier jugada de la escuadra qatarí.

No resulta una sorpresa el comportamiento de los aficionados mexicanos, ya antes había sucedido ante los malos resultados, con directores técnicos diferentes, con otros seleccionados y ante rivales de igual exigencia, es decir, muy baja. Pero el público no tiene la culpa. ¿Entonces?

Por supuesto que hay culpables, pero pasarán días para hallar la respuesta correcta. Los dirigidos por Jaime Lozano, deberán analizar su juego para saber qué pueden corregir y mejorar, para no volver a hacer otro ridículo, otro más. No tiene otro nombre.

Mientras tanto, deberán concentrarse en el próximo juego el sábado siguiente, donde enfrentará al segundo lugar del Grupo C, las escuadras de Panamá, Martinica, El Salvador o Costa Rica.

Si alguien pensara que esos equipos no darán pelea a los mexicanos, basta recordar el partido de la noche pasada. Qatar, sin demeritar su triunfo, era un rival débil, sin embargo hizo la hombrada y salió victorioso.

Jimmy Lozano deberá mover sus piezas. Pero si vemos la portería, es fácil observar que el portero, cercano a sus 40 años, parece inamovible en la meta mexicana.

Por supuesto que hay otros porteros más jóvenes, más hábiles, mejor plantados, que saben achicar el área, pero no son tan mediáticos o comerciales.

Memo Ochoa sigue siendo el portero titular a pesar de las goleadas, los errores, el descontento de fans, de las derrotas.

Y en la cancha si hay piezas movibles, se ha visto, pero los resultados no encontraron las jugadas necesarias para al menos, empatar a Iraq.

Por ahora, el Tricolor espera rival y tendrá que esperar a que culminen los partidos del próximo martes para definir los cuartos de final.

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