Ni siquiera en el partido más decente o la actuación con mayor intensidad que ha tenido en los últimos meses, México pudo vencer a Estados Unidos, que no quiso ganar un juego en el que tuvo las más claras para estar más cerca de la clasificación al Mundial de Qatar 2022.
Y si el cuadro tricolor no perdió fue por Guillermo Ochoa… El arquero mexicano volvió a ser el elemento que mantuvo a México con las posibilidades de ganar el partido (o no perderlo, según se vea el vaso), luego de un par de atajadas en el primer tiempo, la más importante, en un frente a frente con Christian Pulisic del que el portero tricolor salió airoso.
No es que existiera un dominio de uno u otro equipo sobre el rival. Mexicanos y estadounidenses se repartieron momentos del partido, con intensidad y velocidad de acción, lo que agradecían los aficionados, que también hacían su partido al abuchear a los visitantes cuando tenían el balón.
El complemento no desentonó a la dinámica con la que se desarrollaron los primeros 45 minutos, quizá menos tráfico en el mediotiempo y llegadas más rápidas a los arcos. México dejando buena sensaciones, pero Estados Unidos con las de mayor peligro hasta los últimos minutos del juego, cuando en una opción por derecha el balón se paseó por la línea de gol de los estadounidenses, pero la defensa respondió rápido y sacó el esférico.
Antes, los mexicanos suspiran porque les señalaran un penalti de Zimmermann sobre Raúl Jiménez, que el árbitro Mario Escobar de Guatemala no decretó de primera instancia y tampoco con la revisión del VAR. Roto el juego en los últimos minutos, México echo el resto en busca de una victoria que les reivindicara con su afición.
Vinieron los cambios, entraron Alexis Vega y Erick Gutiérrez, pero no hubo para más. La Selección Nacional Mexicana mejoró en algunos aspectos, pero no le fue suficiente para conseguir la victoria más esperada del Octagonal y tendrá que buscar amarrar su boleto en su visita a Honduras y de regreso en el Azteca ante El Salvador.