Por Daniel Blumrosen Juárez
Faltaban más de 80 minutos por jugar, pero el entrenador español Pedro López sabía que el Tricolor acababa de dejar ir la opción que sus integrantes tanto deseaban. Eso explicó su desolación.
Mientras aplaudía y animaba a la Selección Mexicana Femenil, sus ojos asomaron tristeza, porque Rebeca Bernal erró el penalti (8’) que pudo cambiar por completo el encuentro jugado en el Dignity Health Sports Park.
Amargo debut del Tricolor en la primera edición de la Copa Oro W, porque el empate contra Argentina (0-0) le sabe a muy poco, en especial por los primeros minutos, esos en los que el gol parecía simple cuestión de tiempo.
El combinado nacional fue un huracán durante la media hora inicial. El problema es que no lo reflejó en el marcador.
La capitana Bernal tuvo la mejor de las oportunidades. En el primer saque de esquina mexicano, Karen Luna fue derribada dentro del área sudamericana y la árbitro canadiense Myriam Marcotte no dudó en señalar la infracción.
La defensa central pidió el balón, pero su disparo se fue por el costado derecho de la portería custodiada por Laurina Oliveros.
Mazazo en la moral de un equipo que perdió intensidad e imaginación conforme avanzaron los minutos. El mejor ejemplo fue María Sánchez, cuyas incorporaciones por la banda izquierda no existieron en el tramo final.
Charlyn Corral y Stephany Mayor tampoco respondieron en el ataque. De hecho, López las sustituyó con Kiana Palacios y Jasmine Casarez, quienes tampoco fueron la solución en el ataque.
Es cierto que clasifican los dos mejores terceros lugares, pero el panorama del Tricolor se ha nublado. Siguen República Dominicana (viernes) y la poderosa Estados Unidos (lunes).