Por Araceli García
El público ya se había rendido ante el músico André Rieu incluso antes de que comenzara el primero de sus seis conciertos programados en el Auditorio Nacional
La noche de este lunes, cuando el violinista salió por un extremo de las gradas del recinto, de camino al escenario, lo recibieron gritos, aplausos y cientos de teléfonos apuntando hacia él buscando llevarse un recuerdo de una gala en la que se mezcló la música orquestal con la popular.
“Buenas noches, señores”, dijo en perfecto español, “‘Buenas noches’ es lo único que sé en español”, y con ayuda de la conductora Mónica Noguera, quien hizo de traductora, continuó hablando en inglés.
Acompañado por su Johann Strauss Orchestra, con la que ha trabajado desde hace 30 años y quienes vistieron trajes negros o vestidos de colores, el neerlandés interpretó un set list de 27 canciones que incluyó desde clásicos como “Nessun dorma”, de la ópera Turandot, hasta temas de la música popular como “I will survive”, que interpretó a finales de los 70 Gloria Gaynor.
“Me dijeron que el público más musical del mundo vive en México, ¿es cierto? También me dijeron que el público que mejor canta también vive en México”, compartió el director de orquesta invitando a los asistentes a hacer lo propio.
Y no decepcionaron
Un Auditorio Nacional con aforo lleno lo mismo se puso de pie para bailar “El danubio azul”, de Strauss, que para aplaudir la interpretación de la joven holandesa Emma Kok, del tema “Voilá”, quien le regaló al público uno de los mejores momentos de la noche gracias a su poderosa voz con tan sólo 16 años.
“La música es uno de los tesoros más preciados que tenemos en la vida, siempre estará con ustedes y los ayudará en los momentos difíciles, estoy seguro de eso.
Les deseo lo mejor y mucha música en sus vidas”, compartió el compositor de 74 años.
Tras interpretar temas como “Think of me”, “La paloma” y “Live is life”, con orquesta y solistas, y como no podía faltar en un concierto de André Rieu en México, el show cerró con las notas de “Cielito lindo”.
Coreada por el público y con decenas de asistentes volcados hasta adelante del Auditorio para tratar de capturar una foto con el músico, como si fuera un concierto de rock, la gala, la primera de seis, concluyó entre gritos y sonrisas del público y de los propios músicos.