Buenos Aires.— El gobierno argentino revisará todas las contrataciones de la administración pública y el estatus del personal estatal del país sudamericano, anunció ayer el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
Además, el presidente Javier Milei adelantó que este martes dará a conocer las primeras medidas económicas de austeridad y recorte del gasto público.
Milei advirtió que se vienen meses difíciles, mientras expertos advierten que si bien los argentinos están dispuestos a darle al mandatario un periodo de gracia, todo depende de qué tan difíciles se pongan las condiciones. Como ejemplo, el dirigente del Polo Obrero acusó que Milei tiene “planes de asesinato” para la mayoría de la población y llamó a la gente a tomar las calles ante la amenaza del presidente de que “el que corta, no cobra”.
Algunas de las líneas de acción del gobierno fueron adelantadas por el propio Milei desde la campaña. A la profunda reducción del gasto del Estado federal —el recorte al gasto públicó será equivalente al 5% del PIB—, se sumarán privatizaciones de empresas públicas como la petrolera YPF, para obtener recursos para equilibrar las cuentas públicas de un país eternamente deficitario.
Milei ordenó revisar además los contratos en el sector público, que en Argentina representa más del 18% del empleo total, uno de los porcentajes más altos de América Latina, con 3.4 millones de personas que trabajan para el Estado.
“Al empleado público hay que ponerlo en valor. La mayoría de la gente que trabaja en el Estado es válida y necesaria. Lo que vamos a combatir es el empleo militante, el que está por una cuestión política y que no aporta nada”, explicó este lunes su vocero, Manuel Adorni, tras una reunión de Milei con su gabinete.
“El descalabro de la economía fue el título de la reunión de gabinete”, explicó Adorni.
Milei y sus ministros debatieron la inminencia de un “fuerte recorte fiscal, con alguna expansión en las partidas sociales” y también “la quita de privilegios”. Luego de la reunión de gabinete, Milei retuiteó un mensaje en el que se respaldaba su política de revisión sobre el empleo público. “Se acabó el home office. Al que no le guste puede renunciar tranquilo”, escribió el tuitero Osvaldo Mendeleiev, uno de los preferidos del nuevo presidente.
Sin embargo, será este martes cuando el gobierno dé a conocer la magnitud real del ajuste.
Caputo “va a ir en línea con un fuerte recorte fiscal, con alguna expansión en las partidas sociales”, adelantó Adorni, quien añadió que el reordenamiento de las finanzas públicas es “la prioridad” en una gestión que “va a respetar a rajatabla el equilibrio fiscal”.
Sin embargo, todos anticipan que será un trago amargo, después de que Milei dijera el domingo que “no hay plata” y que “no hay alternativa al shock”.
En entrevista con algunos medios, la vicepresidenta Victoria Villarruel describió la situación económica argentina como “realmente devastadora”.
Aunque los expertos coinciden en que una buena parte de los argentinos dará a Milei un “periodo de gracia”, convencidos de que estaban peor con el gobierno de Alberto Fernández, y están dispuestos a “apretarse el cinturón” un poco más, todo dependerá de qué tan drásticas sean las medidas del nuevo gobierno y por cuánto tiempo se prolongará la pesadilla económica.
De entrada, el movimiento piquetero ya anunció fecha para su primera movilización contra el ajuste fiscal, y en respuesta a la amenaza de Milei de que “el que corte no cobra”. En otras palabras, que al que participe en protestas, en vez de trabajar, no se le pagará. El líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, dijo ayer que marcharán este 20 de diciembre contra el ajuste, la liberación de precios y lo que llamó “criminalización de los movimientos sociales”.