Washington.— “Sudamos como en el infierno”. Decenas de millones de personas soportaron ayer domingo una canícula persistente en el hemisferio norte, con temperaturas extremas en Estados Unidos, Europa y Asia, en una nueva ilustración de los efectos del calentamiento global.
Más de 80 millones de personas se despertaron con advertencias oficiales o pronósticos de olas de calor excesivo en los estados del oeste, sur y sureste de Estados Unidos, donde temperaturas implacables y en algunos casos récord están azotando grandes áreas del país.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió sobre “una ola de calor generalizada y sofocante” en gran parte del oeste hasta el sureste estadounidense, con temperaturas sofocantes que continuarán hasta la próxima semana y aumentan los riesgos para la salud de millones de habitantes.
En la ciudad de Houston, en el sureño estado de Texas, se pidió a los residentes ahorrar electricidad entre las 14:00 y las 22:00 del sábado al lunes, en un intento por mitigar la alta demanda debido al calor. De su lado, los habitantes del sur de California (oeste), que vieron los termómetros alcanzar máximos de 41 °C a 43 °C el sábado, enfrentaron ayer un segundo día de temperaturas sofocantes, con previsiones de temperaturas superiores a los 46 °C en algunas partes de ese estado, así como en los de Nevada y Arizona, de acuerdo al NWS.
El sábado por la tarde, el famoso Valle de la Muerte de California —uno de los lugares más calurosos de la Tierra—, había alcanzado una temperatura potencialmente mortal de unos 51 °C y se pronosticó que ayer alcanzaría un pico de 54 °C.
“En total, desde el sur de Florida y la costa del Golfo hasta el suroeste, más de 80 millones de personas permanecen bajo una advertencia de calor excesivo o un aviso de ola de calor a partir de esta mañana”, según el NWS. Las autoridades han extendido sus advertencias durante días, aconsejando a las personas que eviten las actividades al aire libre durante el día y que permanezcan constantemente hidratadas para evitar fatalidades con tales temperaturas.
En Asia, mientras tanto, se suman las tormentas al calor extremo. En Japón, las autoridades emitieron una alerta por golpe de calor en 20 de las 47 prefecturas del país, ante unas temperaturas cercanas a 40 grados en numerosos puntos.
En Tokio, donde la temperatura llegó a 36 ºC, “el solo hecho de pasearse ya te cansa”, dijo Coline Grison, turista francesa de 24 años.
China emitió varias alertas por altas temperaturas y advirtió que estas podrían alcanzar máximas de hasta 45 grados en la región de Xinjiang, parcialmente desértica, y 39°C en la región meridional de Guangxi. En Sanbao rompió récord, al alcanzar los 52.2 °C.
En Europa, donde el calentamiento progresa el doble de rápido que la media mundial, según los expertos, varios países estaban acusando temperaturas extremas.
“Lo paso realmente mal con el calor. Compré un mini ventilador, un parasol y botellas de agua”, dijo Lilu Da Costa Rosa, una brasileña de 48 años de visita en Roma, donde el termómetro alcanzaba los 34ºC a las 13:30, hora local.
En Italia, 16 ciudades estuvieron ayer en alerta roja, con máximas de hasta 36º y 37ºC. Pese a ello, unos 15 mil peregrinos y turistas, según la gendarmería vaticana, se congregaron en la plaza de San Pedro para escuchar al papa Francisco recitar la oración del Ángelus.
Dos mil vuelos cancelados
Mientras el sur de Estados Unidos se quema, en el noreste las intensas lluvias obligaron a cancelar más de 2 mil vuelos internos o con destino a este país, de los que más de 300 fueron en el aeropuerto internacional de Newark, en Nueva Jersey.
De acuerdo con el portal FlightAware, se han registrado más de 27 mil retrasos debido a las inclemencias del tiempo. Los aeropuertos John F. Kennedy, y el de La Guardia están entre los efectados. En Pennsylvania, cinco personas murieron y hay dos desaparecidos por inundaciones.