Donald Trump retomó el jueves su campaña con un viaje a Phoenix, Arizona, un estado donde se registran temperaturas tan extremas que 11 de los asistentes al mitin tuvieron que ser hospitalizados por golpes de calor.
Mientras la gente esperaba en la fila para entrar al lugar del evento, una mega iglesia, la temperatura alcanzó los 41.6 grados Celsius. Algunos empezaron a colapsar.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió un aviso de calor excesivo hasta la noche del viernes para el área metropolitana de Phoenix.
”La sobreexposición puede provocar calambres por calor y agotamiento por calor y, sin intervención, puede conducir a un golpe de calor”, señala la advertencia.
Las puertas se abrieron a las 10 de la mañana, pero algunos asistentes empezaron a hacer cola antes con la esperanza de conseguir un buen sitio para ver al ex presidente.
Trump, que reinició así su campaña tras ser declarado culpable por pagos indebidos para silenciar noticias perjudiciales, reiteró que el caso en su contra tenía motivaciones políticas y exigiendo que se revoque su condena en una apelación.
“Esas cortes de apelación tienen que actuar y arreglar las cosas o nos vamos a quedar sin país”, dijo Trump en el evento, organizado por Turning Point, una organización juvenil conservadora cuya influencia ha ido en aumento desde que Trump asumió el control del Partido Republicano.
Se tiene previsto que Trump interponga una apelación a la condena del mes pasado por los 34 cargos en su juicio por pagos indebidos en Nueva York, en el que se convirtió en el primer expresidente estadounidense en ser declarado culpable por delitos graves.
El exmandatario respondió desafiante al veredicto en su contra un día después de que un jurado de Nueva York lo condenó la semana pasada de elaborar un plan para influir ilegalmente en las elecciones de 2016 mediante un pago para silenciar a una actriz porno, pero no fue sino hasta el jueves que se dirigió directamente a los votantes de un estado sin clara preferencia política, quienes decidirán las elecciones de noviembre, expresándose con groserías para denunciar un caso “falso” y políticamente motivado.
La condena de Trump enfureció a sus seguidores, quienes inyectaron decenas de millones de dólares a su campaña inmediatamente después de darse a conocer el fallo. Trump culpa de su condena al presidente Joe Biden, aunque el caso fue presentado por el fiscal de distrito de Nueva York —elegido localmente—, y muchos de sus aliados exigen venganza.
”¿Con qué van a hacer campaña?”, se preguntó Juan Arredondo, residente de Peoria, Arizona, mientras esperaba a ingresar al mitin de Trump. “No pueden hacer campaña sobre la frontera. No pueden hacer campaña sobre la economía”.
jf