Un día como hoy, pero de hace 49 años se realizó la primera llamada por teléfono celular. Ahora, un dispositivo móvil ya no sólo ofrece la posibilidad de comunicarse a distancia con otras personas, sino que se ha convertido, figurativamente, en una extensión de nosotras y nosotros mismos, pero nada de esto habría sido posible sin la intervención de Martín Cooper, un ingeniero estadounidense, mejor conocido como el “padre del teléfono celular”. Esta es la historia.
En 1950, Martín Cooper (26 de diciembre de 1928) consiguió el título de ingeniero eléctrico por el Instituto de Tecnología de Illinois. Sin embargo, los enfrentamientos bélicos que tuvieron lugar el siglo pasado hicieron que, luego de obtener su título, se concentrara en el servicio de la Guerra de Corea. Fue entonces que, hasta 1954, retomó su carrera, uniéndose al equipo de la compañía Motorola.
Tras obtener una maestría, en 1957, el ingeniero formó parte de múltiples proyectos de comunicaciones inalámbricas, mucho antes siquiera que existiera un celular (1960). Se trataban de sistemas creados para controlar el color de los semáforos y sus variaciones desde un radio. Cooper patentó este invento y en 1967 usó una metodología muy similar para la fabricación de los primeros radios de policía, en 1967.
Estos logros lo hicieron acreedor del cargo de vicepresidente y director de investigación y desarrollo (1978-1983) para la empresa de telecomunicaciones.
Pero, en realidad, no fue Motora la primera compañía que ofreció un teléfono móvil, sino que fue la American Telephone & Telegraph Company, que conocemos mejor bajo el acrónimo “AT&T”. En 1946, lanzaron a la venta el primer celular, pero su utilidad dejaba mucho que desear, ya que únicamente ofrecía 12 canales, por lo que las personas tenían que esperar largas jornadas para tratar de utilizarlo. Además, para hacerlos funcionar se requería de baterías automóviles, por lo que no eran verdaderos teléfonos portátiles, como ahora los conocemos.
Fue así que inició una lucha entre Motorola y AT&T, debatiéndose el podio de la empresa que obtendría la primera llamada exitosa por celular. Ambas compañías sabían lo que necesitaban, para que el servicio permitiera que más personas recibieran o hicieran llamadas simultáneamente, se requería de dividir celdas en segmentos más pequeños, a través de una cobertura de frecuencia mucho más sofisticada que la que existía.
AT&T fue la primera en proponer una arquitectura celular de frecuencia ultraalta (UHF, por sus siglas en inglés) para expandir su servicio de telefonía para automóviles. Motorola, preocupada por que la competencia obtuviera la primera llamada, acudió a Martín Cooper quien en calidad de urgencia desarrolló un celular que ofreciera más beneficios que el de sus homólogos, por lo que el ingeniero pensó en un dispositivo que no dependiera de ninguna batería para funcionar; así creó a “DynaTAC” (Dynamic Adaptive Total Area Coverage), un teléfono que medía 23 centímetros (9 pulgadas) de alto y pesaba 1,1 kilogramos (2,5 libras). La ventaja de este es que una llamada podía durar 35 minutos antes de que se agotara la batería.
El 3 de abril de 1973, Cooper presentó el teléfono “DynaTAC” en una conferencia de prensa en la que se cercioró que funcionara frente a todas y todos los presentes, comunicándose con al ingeniero Joel Engel, jefe del proyecto rival de AT&T.
melc