Elon Musk, propietario de Twitter, nombró este viernes a Linda Yaccarino, quien era la jefa de publicidad de NBCUniversal, como la nueva directora ejecutiva de la red social.

“¡Estoy emocionado de dar la bienvenida a Linda Yaccarino como la nueva directora ejecutiva de Twitter!”, escribió Musk en la red social. Dijo que ella “se centrará principalmente en las operaciones comerciales, mientras que yo me centraré en el diseño de productos y nuevas tecnologías (…) Espero trabajar con Linda para transformar esta plataforma en X, la aplicación de todo”.

Más temprano, Yaccarino anunció que dejaría su puesto como presidenta de publicidad global y asociaciones en NBCUniversal.

Yaccarino ha estado en NBCUniversal por más de 11 años. Antes de eso, fue vicepresidenta ejecutiva/jefa de operaciones de ventas publicitarias, marketing y adquisiciones en Turner Broadcasting, que incluía CNN en ese momento.

En NBCUniversal, supervisa un equipo global de 2 mil miembros, según el perfil de su empresa. Eso sería más gente en su equipo de la que queda trabajando en Twitter, que Musk dijo en una entrevista con la BBC el mes pasado se ha reducido a mil 500 personas después de múltiples despidos bajo su supervisión.

El equipo de ventas de anuncios de NBCUniversal ha generado 100 mil millones de dólares en ventas de anuncios desde que se unió en 2011, según su perfil, y forjó asociaciones con muchas empresas de nuevos medios, como Twitter, Apple News, Buzzfeed, Snapchat y YouTube.

¿Qué cargo tendrá ahora Elon Musk en Twitter?

Yaccarino entrevistó a Musk en Miami el mes pasado en un escenario frente a cientos de anunciantes.

Musk, que compró Twitter el año pasado y ha estado dirigiéndola desde entonces, ha insistido desde hace mucho tiempo en que él no es el CEO permanente de la compañía. Afirmó en un tuit el jueves que su papel pasará a ser presidente ejecutivo y director de tecnología de Twitter.

A mediados de noviembre, apenas unas semanas después de comprar la plataforma de redes sociales por 44 mil millones de dólares, declaró ante un tribunal de Delaware que no quiere ser director general de ninguna empresa.

En su testimonio, Musk aseguró: “Espero reducir mi tiempo en Twitter y encontrar a otra persona que dirija Twitter con el tiempo”.

Más de un mes después, tuiteó: “Renunciaré como CEO tan pronto como encuentre a alguien lo suficientemente tonto como para aceptar el trabajo”. Hizo esa promesa después de que millones de usuarios de Twitter le pidieran su renuncia en una encuesta en Twitter que el propio multimillonario creó y prometió cumplir.

En febrero, dijo en una conferencia que preveía encontrar alguien que dirigiera Twitter, con sede en San Francisco, “probablemente hacia finales de este año.”

Los analistas que siguen a Twitter reaccionaron alentados por la noticia, incluso sin saber quién será el reemplazo. El negocio de publicidad de Twitter se ha visto afectado por el mandato voluble de Musk, aunque el multimillonario le dijo a la BBC el mes pasado que la compañía ahora está “más o menos” en el punto de equilibrio.

“Un nuevo CEO es el único camino a seguir para Twitter”, aseguró Jasmine Enberg, analista de Insider Intelligence. “El mayor problema con el negocio publicitario de Twitter fue Elon Musk. A medida que retroceda, Twitter puede comenzar a desentrañar la marca personal de Musk de la imagen corporativa de la empresa e intentar recuperar la confianza entre los anunciantes. El éxito de esos esfuerzos dependerá de quién asuma el cargo, pero es difícil imaginar que el nuevo CEO pueda ser más controvertido o perjudicial para el negocio publicitario de Twitter de lo que lo ha sido Musk”, agregó Enberg.

Las acciones de Tesla subieron alrededor de un 2% el jueves después de que Musk hiciera el anuncio. Los accionistas de la empresa de vehículos eléctricos se han mostrado preocupados por la atención que Musk dedica a Twitter.

En noviembre pasado, fue cuestionado en la corte sobre cómo divide su tiempo entre Tesla y sus otras compañías, incluidas SpaceX y Twitter. Musk tuvo que testificar en un juicio en Delaware sobre la impugnación de un accionista a su plan de compensación potencial de 55 mil millones de dólares como director ejecutivo de la compañía de automóviles eléctricos.

Musk dijo que nunca tuvo la intención de ser director ejecutivo de Tesla y que tampoco quería ser director ejecutivo de ninguna otra compañía, y que prefería verse a sí mismo como un ingeniero. Agregó en ese momento que esperaba que se completara una reestructuración organizacional de Twitter en la siguiente semana más o menos. Han pasado casi seis meses desde que dijo eso.

El tiempo de Musk al frente de Twitter ha sido caótico, y ha hecho varias promesas y proclamaciones de las que se ha retractado o que nunca ha cumplido. Comenzó su primer día despidiendo a los principales ejecutivos de la empresa, seguidos por aproximadamente el 80% de su personal. Ha trastocado el sistema de verificación de la plataforma y ha reducido la moderación de contenidos y las salvaguardas contra la difusión de desinformación.

A finales del año pasado, Musk expresó pesimismo sobre las probabilidades de hallar un nuevo CEO, afirmando que a esa persona “le tiene que gustar mucho el dolor” para dirigir una empresa que “ha estado en la vía rápida hacia la bancarrota”.

mcc

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