Washington DC.- La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció este jueves que dejará su puesto de liderazgo en el Partido Demócrata.
La decisión de Pelosi de buscar otro mandato como líder demócrata o hacerse a un lado ha sido ampliamente anticipada. Vendría después de que el partido pudiera detener una ola republicana esperada en la Cámara y el Senado, pero también después de un ataque brutal contra su esposo, Paul, a fines del mes pasado en su casa de San Francisco.
Pelosi, figura fundamental en la política estadounidense
La demócrata de California, que se convirtió en la primera mujer del país en empuñar el mazo del orador, es una figura fundamental en la política estadounidense.
Al anunciar su decisión, Pelosi podría generar un efecto dominó en el liderazgo demócrata de la Cámara de Representantes antes de las elecciones internas del partido el próximo mes, mientras los demócratas se reorganizan para asumir su nuevo papel como partido minoritario en el nuevo Congreso.
El equipo de liderazgo de Pelosi
Su equipo, con el líder de la mayoría Steny Hoyer de Maryland y el líder demócrata James Clyburn de Carolina del Sur, se ha movido durante mucho tiempo como un triunvirato. Hoyer y Clyburn también están tomando decisiones sobre su futuro.
Todos ahora en sus 80 años, los tres líderes demócratas de la Cámara se han enfrentado a colegas inquietos ansiosos por que se hagan a un lado y permitan que una nueva generación se haga cargo.
Los demócratas, el representante Hakeem Jeffries de Nueva York, la representante Katherine Clark de Massachusetts y el representante Pete Aguilar de California se han movido de manera similar como un trío en ocasiones, todos trabajando hacia roles de liderazgo.
1987, su primera elección
Elegida por primera vez a la Cámara en 1987, Pelosi ha sido ridiculizada durante mucho tiempo por los republicanos como una liberal de San Francisco mientras se elevaba constantemente como una legisladora hábil y una potencia de recaudación de fondos. Sus propios colegas demócratas han apreciado intermitentemente, pero también han temido, la poderosa marca de liderazgo de Pelosi.
