Alejandrópolis.— Las autoridades griegas urgieron ayer a evacuar un distrito periférico de Atenas ante el avance de un devastador incendio forestal, el segundo de la actual temporada estival que ha dejado 28 muertos, incluidos 27 que se cree son inmigrantes y fueron localizados carbonizados en un bosque cerca de la frontera con Turquía.

Los bomberos urgieron a los 25 mil habitantes de Ano Liosia, situada al noroeste de la capital griega, a dejar sus hogares, después de que quedaran incendiadas varias casas en el barrio vecino de Fyli, según constató un periodista de AFP.

Grecia afronta una nueva ola con hasta 60 incendios desde el lunes en este país del sur de Europa, donde las temperaturas superan los 40 grados. “Se trata de una situación sin precedentes, con unas condiciones meteorológicas extremas”, aseguró el portavoz de los bomberos, Yannis Artopios, en declaraciones a la cadena de televisión griega ERT.

El ministro de Inmigración, el conservador Dimitris Kairides, confirmó que un primer grupo de 18 fallecidos son inmigrantes y aseguró que esa tragedia “confirma los peligros de la inmigración irregular”. Todos los fallecidos eran varones, entre ellos dos niños, según declaró Pavlos Pavlidi, el forense que examinó los cuerpos, a la agencia griega APE-MPA.

“Todos fueron encontrados en grupos de dos o tres a una distancia de 500 metros, al parecer mientras intentaban escapar”, señaló el experto médico. Kairides no se pronunció sobre los ocho cuerpos localizados juntos en la zona de Dadia, ni sobre otro cadáver hallado esta mañana, y que se sospecha corresponden también a inmigrantes irregulares que habrían entrado a Grecia desde Turquía.

Además, falleció un ganadero al intentar salvar a sus animales de las llamas, por lo que las víctimas mortales desde el pasado sábado ascienden ya a 28. La ONG Alarm Phone, que recibe llamadas de alertas de migrantes en peligro en el Mediterráneo, alertó en la red social X, antes Twitter, que había recibido una llamada de auxilio de 250 inmigrantes atrapados en isletas en el río Evros, frontera natural entre Turquía y Grecia.

La zona de Evros es una de las más afectadas por esta nueva ola de incendios que comenzó el sábado, y en la que han ardido ya 43 mil hectáreas.

Las llamas siguen propagándose en la zona de Alejandrópolis y también en las islas de Eubea y Citnos en el mar Egeo y en la región de Beocia, al noroeste de Atenas, alimentadas por una peligrosa mezcla de fuertes vientos y temperaturas muy calurosas. Seis países decidieron enviar ayuda por medio del mecanismo de protección civil de la Unión Europea (UE).

Además del distrito de Ano Liosa, también están en llamas las zonas con menor altitud en el parque nacional del monte Parnitha, uno de los bosques más extensos en las afueras de Atenas.

Las autoridades pidieron a los habitantes de esa zona que se quedaran en sus casas y cerraron varios accesos por carretera.

Otro incendio afecta la zona industrial de Aspropyrgos, al oeste de la capital. Un hospital en el área metropolitana de Alejandrópolis tuvo que ser evacuado el lunes por la noche y 65 pacientes fueron tras- ladados a un barco en el puerto de la localidad, indicaron las autoridades. Las llamas en esa zona amenazan el parque nacional de Dadia, uno de los principales espacios naturales de Europa y donde viven varias especies de aves raras.

En Francia, el nivel máximo de alerta por calor se extendió a más de una quinta parte de su territorio, con la previsión de temperaturas superiores a los 40 grados y la posibilidad de récords en amplias zonas del sur del país.

En España, los bomberos que combaten el enorme incendio forestal que ha consumido miles de hectáreas durante una semana en la isla canaria de Tenerife lograban avances, según señalaron autoridades locales.

En Brasil, una masa de aire caliente sacude el sur y el sureste, con temperaturas que pueden rondar los 40 grados Celsius en pleno invierno austral.

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