Una nueva línea de tránsito que conecta Minneapolis con los suburbios hasta Eden Prairie se enfrenta a un sobrecosto masivo y a un retraso de cuatro años, lo que genera pedidos de una auditoría de los gastos y la toma de decisiones. Nuevas críticas rodean la construcción del Southwest Light Rail, el proyecto de extensión de la línea verde, luego de que el Consejo Metropolitano aprobara el miércoles $210 millones adicionales para el contratista y dijera que los costos podrían aumentar en $550 millones adicionales antes de su finalización.
El costo original del proyecto de infraestructura más grande en la historia del estado fue de alrededor de $ 2 mil millones y el plan era abrir a los pasajeros en 2023. La nueva estimación se eleva a $ 2,75 mil millones y no estará en funcionamiento hasta 2027, dijeron las autoridades. El senador Scott Dibble, un legislador de DFL de Minneapolis cuyo distrito incluye parte de la ruta del Southwest Light Rail, dijo que presentará una legislación que requerirá una auditoría del proyecto.
El senador Scott Newman, presidente republicano del comité de transporte del Senado, dijo que tendría una audiencia rápida para ese proyecto de ley a principios de la sesión legislativa. Mientras tanto, quiere detener la financiación del proyecto, al que llama un “despilfarro de proporciones históricas”, hasta que se complete la evaluación.
“No nos va a dar suficiente información a tiempo para arreglar lo que está mal con Southwest LRT, pero nos dará suficiente información para entender la dinámica en juego y el nivel de mala gestión que ha ocurrido”, dijo Dibble. “La pregunta fundamental es: Por el gasto, ¿estamos obteniendo el beneficio? La respuesta puede ser sí, pero necesitamos ver ese análisis”.
Nick Thompson, quien es subgerente general de proyectos capitales como este en Metro Transit, dijo que la complejidad de la construcción del tren ligero y los cambios en los planes de construcción a lo largo de algunas partes de la línea de tránsito son los culpables del aumento del presupuesto y los cambios en el cronograma.
“Desafortunadamente, estas circunstancias han causado retrasos, pero aún estamos en camino de completar el proyecto”, dijo, reconociendo la frustración. “Hay un retraso, pero lo terminaremos y es un proyecto que estará vigente por generaciones. La infraestructura que estamos construyendo tiene una vida de 100 años antes de que necesite ser reemplazada”.