Los miembros de Oath Keepers, un grupo de milicias de extrema derecha, irán a juicio después de que comience la selección del jurado este martes en uno de los casos más destacados derivados del ataque del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio de EEUU.

Entre los que están siendo juzgados se encuentra el líder del grupo, Stewart Rhodes, quien está acusado junto con otras cuatro personas de conspiración sediciosa, es decir, conspiración para oponerse a la transferencia del poder presidencial.

Los cinco se declararon no culpables, pero enfrentan una condena de hasta 20 años de cárcel.

El juicio que se celebra en Washington podría ser el más significativo del 6 de enero hasta el momento, dada la gravedad de los cargos y el potencial para responder a una pregunta clave: ¿hasta qué punto se planeó con anticipación el asalto al Capitolio de EEUU?

¿Quiénes son los Oath Keepers?

Un grupo antigubernamental a favor de las armas lanzado en 2009, los Oath Keepers (cuya traducción al español sería “guardianes del juramento”) comenzaron con una manifestación en Lexington, Massachusetts, lugar de una de las primeras batallas en la guerra de Independencia de EU.

Su fundador, Stewart Rhodes, es un exparacaidista del Ejército de EEUU que estudió en la Escuela de Derecho de Yale y una vez fue ayudante del congresista republicano libertario Ron Paul, de Texas.

El grupo lleva ese nombre por el juramento de servicio que toman la policía, el ejército y otros funcionarios. Aquellos que toman el juramento militar, por ejemplo, se comprometen a “apoyar y defender la Constitución de EU contra todos los enemigos, extranjeros y nacionales”.

Los Oath Keepers enfocan el reclutamiento en personas con experiencia militar y policial, así como también en otros trabajadores en la primera fila del combate.

Investigadores de grupos extremistas han estado al tanto del grupo desde el principio, pero comenzó a tener un perfil más alto cuando sus miembros armados aparecieron en medio de protestas y disturbios civiles.

En 2014 se los vio en un enfrentamiento armado entre un ranchero de Nevada y la policía. Más tarde ese año, los Oath Keepers estuvieron en Ferguson, Misuri, durante las protestas después de que un agente de policía matara a tiros a un hombre negro, Michael Brown.

En ese caso, dijeron que estaban protegiendo intereses comerciales en la zona.

“El peligro con eso es que se están metiendo en situaciones ya tensas”, dijo Alex Friedfeld, investigador del Centro sobre Extremismo de la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés). “Aumenta la probabilidad de violencia”, agregó.

¿Qué hicieron los Oath Keepers el 6 de enero de 2021?

Los fiscales aseguran que Stewart Rhodes comenzó una campaña para rechazar los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020 dos días después de la votación, mientras aún se contaban las boletas.

El 5 de noviembre, el líder de Oath Keepers les dijo a sus seguidores en Signal, una aplicación de mensajería privada: “No vamos a superar esto sin una guerra civil. Demasiado tarde para eso. Preparen su mente, cuerpo y espíritu”.

Biden fue declarado ganador de las elecciones el 7 de noviembre de 2020.

Según la acusación federal, Rhodes y otros gastaron miles de dólares en armas y equipo durante los siguientes dos meses, hicieron planes para esconderlos y organizaron a los miembros en unidades de estilo militar.

El 6 de enero de 2021, una mezcla de grupos -junto con cientos de personas aparentemente sin conexión con organizaciones- se reunieron frente al Capitolio después de que el entonces presidente Donald Trump realizara un acto político en las cercanías.

Trump instó a sus simpatizantes a marchar a la sede del Congreso para “hacer oír sus voces pacífica y patrióticamente”, pero también le dijo a la audiencia: “Y si no luchas como el demonio, ya no tendrás un país”.

Entre los que acudieron estaban los Oath Keepers, miembros de los Proud Boys (extrema derecha), milicias como Three Percenters y creyentes en QAnon, una teoría conspirativa.

Algunos aliados de Trump han minimizado el asalto al caracterizarlo como una reunión espontánea en la que la mayoría de los participantes se quedaron fuera del edificio del Capitolio.

Pero en los meses posteriores surgió evidencia de planificación previa y posible coordinación entre grupos.

No hay evidencia de que Rhodes ingresara al Capitolio el día del ataque, pero los fiscales dicen que otros miembros de Oath Keepers sí lo hicieron.

Los otros cuatro que deberán responder frente a un juez son Thomas Caldwell, un exoficial de la Marina de Virginia que alguna vez trabajó para el FBI; Kelly Meggs, director del capítulo de Florida de los Oath Keepers; Kenneth Harrelson, quien supuestamente recorrió la Cámara de Representantes en busca de la presidenta, Nancy Pelosi; y Jessica Watkins, una excombatiente de la guerra de Afganistán proveniente de Ohio.

Rhodes y los otros están acusados ​​de seguir conspirando después de los disturbios. En la noche del 6 de enero envió otro mensaje: “Patriotas entrando en su propio Capitolio para enviar un mensaje a los traidores no es NADA comparado con lo que viene”.

Fracturas en el grupo

El juicio también puede mostrar cómo el grupo se dividió tras el asalto al Capitolio. Tres miembros ya se declararon culpables de conspiración sediciosa y pueden ser llamados como testigos en el juicio.

A principios de septiembre, la ADL analizó una filtración de las listas de miembros de los Oath Keepers y encontró cientos de funcionarios públicos, policías y soldados estadounidenses, aunque algunos ya no son miembros o rechazaron la organización desde entonces.

Los expertos dicen que la amenaza de los grupos de extrema derecha permanece, independientemente del resultado del juicio y otros casos de alto perfil.

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