Miles de bomberos luchan contra los incendios forestales que se han desatado en Portugal, España y el suroeste de Francia, en medio de una ola de calor que no da señales de ceder.

En el norte de Portugal, un piloto murió cuando su avión cisterna, un anfibio Fire Boss, se estrelló en el área de Foz Coa, cerca de la frontera con España.

Los incendios están devastando áreas de la región francesa de Gironda, en donde más de 12.000 personas han sido evacuadas.

En el sur de España, cerca de la Costa del Sol, unas 2 mil 300 personas tuvieron que huir de un incendio forestal que se extendía por las colinas de Mijas, en la provincia de Málaga.

Los turistas en la playa de Torremolinos vieron grandes columnas de humo que se elevaban en las colinas, donde varias aeronaves se movilizaron para apagar el incendio.

Una residente describió los incendios forestales cerca de la costa suroeste de Francia como “postapocalípticos”.

“Nunca había visto algo así”, le dijo a la agencia de noticias AFP, Karyn, que vive cerca de Teste-de-Buch.

El incendio allí y otro al sur de Burdeos han arrasado con casi 10 mil hectáreas. Unos 3 mil bomberos están combatiendo las llamas.

Desde el martes, las temperaturas se han disparado a 47°C en Portugal y por encima de los 40°C en España, dejando el campo completamente seco y ayudando a la propagación de los incendios.

Más de 300 personas han muerto por el calor en ambos países, informó la agencia de noticias española Efe.

Los focos de incendios de Portugal están en el noreste de la ciudad de Oporto.

Este año, los incendios han destruido unas 30 mil hectáreas de tierra, la mayor área desde el verano de 2017, cuando Portugal sufrió devastadores incendios en los que murieron unas 100 personas.

Otras partes del Mediterráneo también están afectadas.

En Italia, el gobierno declaró el estado de emergencia en la desecada llanura Padana, el río Po, el más largo del país no es más que un goteo en algunos lugares.

En Grecia, los bomberos están combatiendo los incendios en el área de Feriza, a unos 50 km al sureste de Atenas, y cerca de Rétino, en la costa norte de Creta.

Los habitantes de siete aldeas de esa zona tuvieron que ser evacuados.

En el norte de Marruecos, varios poblados tuvieron que ser desalojados cuando los incendios se extendieron por las provincias de Larache, Ouezzane, Taza y Tetuán. Una aldea quedó totalmente destruida en la zona de Ksar El Kebir, al menos una persona murió en un incendio.

Francia también ha registrado un calor sofocante de alrededor de 40°C y se prevé más la próxima semana, con 16 departamentos en alerta naranja, por el clima severo.

El jefe de la Federación de bomberos de Francia advirtió sobre el impacto que el calentamiento global está teniendo en la protección civil.

“Son los bomberos, (los agentes de) la seguridad civil quienes se ocupan de los efectos a diario, y estos efectos no son para 2030, son ahora”, dijo Grégory Allione.

Las olas de calor se han vuelto más frecuentes, más intensas y más duraderas debido al cambio climático inducido por el hombre.

El planeta ya se ha calentado alrededor de 1,1°C desde que comenzó la era industrial y las temperaturas seguirán aumentando a menos que los gobiernos de todo el mundo reduzcan drásticamente las emisiones de carbono.

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