Moscú amaneció sobresaltada este martes por una oleada de ataques con drones a gran escala, cuya autoría el Kremlin atribuyó a Ucrania.

Las autoridades rusas confirmaron que sus defensas antiaéreas derribaron, a primera hora de la mañana, ocho aparatos antes de que impactaran en sus objetivos y que los mismos no dejaron víctimas ni daños de consideración.

“Esta mañana el régimen de Kiev lanzó un ataque terrorista con vehículos no tripulados en las inmediaciones de la ciudad de Moscú, pero todos los vehículos fueron derribados”, afirmó el Ministerio de Defensa en un comunicado, reportó la agencia Reuters.

Desde el Kremlin también responsabilizaron a su vecino del oeste.

“Es obvio que este es un ataque del régimen de Kiev y esto debe quedar absolutamente claro”, dijo el portavoz presidencial, Dmitry Peskov, quien aseguró que esta es la “respuesta” ucraniana a la reciente ola de bombardeos lanzados por las fuerzas rusas.

Las autoridades ucranianas, por su parte, negaron cualquier responsabilidad en lo ocurrido.

Un buen susto

“A las 6:24 de esta mañana escuché una explosión a lo lejos y las ventanas de mi casa se estremecieron”, narró Steve Rosenberg, corresponsal de la BBC en la capital rusa.

Pese a que los drones fueron derribados (tres gracias a las medidas electrónicas que permitieron desviarlos y otros cincos destruidos con misiles Pantsir, según información suministrada por el Ministerio de Defensa ruso) el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, confirmó que algunas edificaciones residenciales resultaron afectadas.

“Como consecuencia de un ataque con drones se produjeron daños menores en varios edificios. Todos los servicios de emergencia de la ciudad se encuentran en el lugar del incidente”, escribió el mandatario local en su canal de Telegram, reportó el servicio ruso de la BBC.

El funcionario también informó que dos personas debieron ser hospitalizadas, mientras que cientos más fueron evacuadas preventivamente durante algunas horas.

Por su parte, el diputado Alexander Khinshtein, miembro del partido oficialista Rusia Unida, aseguró que tres de los aparatos fueron derribados sobre el exclusivo suburbio de Rublyovka, al oeste de la capital rusa. En esta área altos funcionarios tienen residencias, incluido el presidente Vladimir Putin.

Testigos citados por el servicio ruso de la BBC informaron que los drones cayeron en tres zonas: en la famosa Leninsky Prospekt -la gran avenida diseñada por el líder soviético José Stalin-, en Profsoyuznaya y en Atlasnaya, esta última fuera de la autopista que circunvala la capital rusa.

Putin fue informado de lo ocurrido, aseguró su vocero, quien agregó que las defensas antiaéreas funcionaron bien, por lo que no había ninguna amenaza para los residentes de Moscú.

Hasta ahora se desconoce cuáles eran los objetivos.

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