El descarrilamiento de un tren de carga en Ohio cerca del límite estatal de Pensilvania dejó una masa destrozada y carbonizada de furgones y llamas el sábado y las autoridades iniciaron una investigación federal y monitorearon la calidad del aire de los diversos químicos peligrosos en el tren.

Unos 50 vagones se descarrilaron en East Palestine como a las 9:00 de la noche del viernes cuando el tren transportaba una variedad de productos desde Madison, Illinois, a Conway, Pensilvania, indicó el operador ferroviario Norfolk Southern el sábado. De momento no ha habido información sobre la causa del descarrilamiento y tampoco se han reportado heridos ni daños a estructuras.

“El incendio posterior al descarrilamiento abarcó la longitud de los vagones del tren descarrilados”, explicó Michael Graham, miembro de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), a los periodistas el sábado por la noche. “Desde entonces, el fuego ha reducido su intensidad, pero permanece activo y las dos vías principales continúan bloqueadas”.

Norfolk Southern informó que 20 de los más de 100 vagones fueron clasificados como medio de traslado de materiales peligrosos. Esos materiales son definidos así para la carga que podría representar cualquier tipo de peligro “incluyendo riesgos inflamables, combustibles o ambientales”. Graham dijo que el descarrilamiento incluyó 14 vagones que transportaban cloruro de vinilo que “han estado expuestos al fuego” y al menos uno “está liberando intermitentemente su contenido por medio de un dispositivo de liberación de presión”.

“En este momento estamos trabajando para verificar qué contenedores con materiales peligrosos, si los hay, han sido afectados”, afirmó. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) y Norfolk Southern siguen monitoreando la calidad del aire, y los investigadores iniciarán sus operaciones en el lugar “una vez que la escena esté segura y protegida”, agregó.

El cloruro de vinilo, usado para elaborar la resina de plástico rígida policloruro de vinilo usada en una variedad de productos plásticos, está asociada con un aumento de cáncer hepático y otros cánceres, según el Instituto Nacional del Cáncer del gobierno federal. Las autoridades federales dijeron que también les preocupan otros materiales potencialmente peligrosos.

El alcalde de East Palestine, Trent Conaway, que horas antes había declarado el estado de emergencia por un “descarrilamiento de tren con materiales peligrosos”, aseveró que los monitores de calidad del aire en una zona de 1,6 kilómetros (una milla) que recibió la orden de desalojar no habían mostrado lecturas peligrosas.

El jefe de bomberos, Keith Drabcik, dijo que lo que más preocupaba a las autoridades era un envío del químico cloruro de vinilo, pero funciones de seguridad en el vagón que lo transportaba aún se hallaban activadas.Cuadrillas de emergencia mantendrán su distancia hasta que las autoridades ferroviarias indiquen que es seguro acercarse, añadió Drabcik.

“Cuando sea el momento de entrar y extinguir el incendio, mis hombres lo harán”, sostuvo. Agregó que también en los vagones había otros químicos y que funcionarios pedirán una lista de ellos a Norfolk Southern y a las autoridades federales.

Se ordenó la retirada de los bomberos de la zona inmediata y se usaron sistemas sin personal para lanzar chorros de agua para proteger algunas áreas, incluyendo negocios que también podrían contener algunos materiales preocupantes, informaron funcionarios. Las temperaturas gélidas complicaron las tareas ya que el agua que bombeaban los camiones se congeló, dijo Conaway.

Funcionarios indicaron que 68 agencias de tres estados y una serie de condados respondieron al descarrilamiento, que sucedió a unos 82 kilómetros (51 millas) al noroeste de Pittsburgh y a 32 kilómetros (20 millas) del extremo norte de Virginia Occidental.

Conaway dijo que las tomas aéreas mostraban “un enredo de vagones” con incendios todavía activos y denso humo emanando del lugar mientras las autoridades trataban de determinar qué había en cada vagón a partir de los letreros en el exterior. La orden de desalojo y las advertencias de no salir seguirán vigentes hasta nuevo aviso, se informó.

El área desalojada incluye a entre 1.500 y 2.000 de los entre 4.800 y 4.900 residentes del pueblo, pero se desconocía cuántos realmente fueron afectados, explicó Conaway. Las autoridades acondicionaron una escuela secundaria y un centro comunitario para albergar a decenas de personas. Entre las pocas docenas de residentes que se refugiaron en la escuela secundaria se encontraba Ann McAnlis, quien dijo que un vecino le había enviado un mensaje de texto sobre el accidente.

“Tomó una foto del brillo en el cielo desde el frente de su casa”, dijo McAnlis a la televisora WFMJ. “Fue entonces cuando supe lo grave que era esto”.

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