Anadith Danay Reyes Álvarez, la niña de 8 años que murió en custodia de la Patrulla Fronteriza (CBP), fue enterrada este sábado. Sus padres aseguraron en un comunicado que seguirán buscando justicia para su hija, tras conocerse el resultado de una investigación que desveló fallas en la atención médica de la niña, con condiciones médicas preexistentes, informó Univisión en su portal de noticias. “Dejaremos que nuestra bebé descanse y que descanse en paz. Queremos justicia para ella y que nadie tenga que pasar por esto”, dijo la familia Álvarez en un comunicado que difundieron horas antes de los actos fúnebres en el Bronx, en la ciudad de Nueva York.
Las organizaciones sin fines de lucro Texas Civil Rights Project (TCRP) y Haitian Bridge Alliance (HBA) representan a la familia y están a cargo de la investigación sobre las fallas en la atención médica de Reyes Álvarez mientras estuvo en custodia de la Patrulla Fronteriza. Ambas organizaciones aseguran que solicitaron una autopsia independiente de Anadith y están a la espera de los resultados para determinar la causa de muerte. Explican que aunque CBP ha asegurando que la niña tenía condiciones preexistentes, ella estaba saludable cuando entró en custodia el 9 de mayo.
“Cuando se enfermó en el centro de dentención, los pedidos de su madre por atención médica adecuada fueron negados”, reclaman. La última vez que la madre pidió que la llevaran al hospital, explican, la niña murió en brazos de su madre cuando aún estaban en la instalación de CBP.
Un reporte presentado por la agencia el 1 de junio reveló que la niña y su familia fueron trasladados a la estación de la Patrulla Fronteriza en Harlingten, Texas, donde había una unidad médica de aislamiento. En casi tres días en los que estuvieron en ese centro, la niña, que sufría de anemia falciforme, fue vista en nueve ocasiones por el personal médico tras sufrir picos de fiebre de hasta 104.9 grados Farenheit, síntomas de influenza, dolores de estómago, náuseas y dificultad para respirar. Según la Clínica de Mayo, la anemia falciforme es una enfermedad hereditaria que afecta la forma de los glóbulos rojos y dificulta el flujo sanguíneo. Recomiendan atención médica “rápida” cuando la fiebre supera los 101.5 grados.
En un comunicado, la Patrulla Fronteriza admitió que pese a la condición de la niña, las preocupaciones de la madre —que pidió en tres o cuatro ocasiones que la trasladaran a un hospital— y la urgencia de que se le diera el tratamiento que requería, el personal médico contratado no la transfirió a un hospital de mayor nivel de cuidado y en su lugar, sólo le proveyeron medicamentos sintomáticos.
“Lo que le pasó a Anadith fue una tragedia basada en la negligencia dependencia sistémica en la detención de familias y niños que cruzan la frontera. La ausencia de vigilancia y acceso a abogados mientras están detenidos sólo aumenta este problema. Está claro que la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza no está en capacidad de rendir cuentas”, dijo Kassandra González, abogada con el programa Beyond Borders de Texas Civil Rights Project.
“La muerte de Ana pudo evitarse si los pedidos de atención médica de ella y de su mamá no hubieran sido ignorados mientras estuvieron bajo custodia de CBP. Cuando se trata de gente negra, siempre debemos luchar por probar nuestra humanidad y aún así, nuestra humanidad es negada”, agregó Guerline Jozef, cofundadora y directora ejecutiva de Haitian Bridge Alliance.