Por César Huerta Ortíz
Ciudad de México.- El barrio espera a Paquita. La colonia Guerrero, zona en que la cantante puso un restaurante y un salón que ahora será testigo de una misa a sus cenizas, está lista.
Y como parte del simbólico adiós, se ha traído de su casa un sillón en el que gustaba sentarse, fotografías y un crucifico.
La Gusana Ciega y Pepe Aguilar han enviado arreglos florales y la alcaldía contrató un grupo, Saborcito Sinaloense, que estará tocando sobre la calle de Zarco.
Los restos de Paquita llegarán procedentes de una agencia funeraria cercana a Refoma, con una escala en el mercado Martínez de la Torre, para que después de la misa se abra el acceso al público.
Pero el barrio se siente desde calles antes. Varios vecinos y puestos reproducen canciones de la intérprete de “Rata de dos patas” y “Cheque en blanco”. Y algunos frente al salón y sosteniendo fotografías de su ídola, interpretan algunos versos.
Paquita, fallecida el lunes pasado de un infarto mientras dormía, tendrá una despedida como ella quería.
Entre fanfarrías, las cenizas de Paquita la del Barrio llegó a su último encuentro con el público.
Luego de pisar unos minutos la Plaza Garibaldi, ícono de la música vernácula mexicana, donde se cantaron algunas de sus canciones y el Mercado Martínez de la Torre, en la colonia Guerrero, arribó al salón donde se le rindió misa.
“Aquí estuvo Paquita, cuando cantaba en lugares más pequeños”, dijo el Padre José de Jesús Aguilar.
“Claro que sentimos tristeza, pero ella diría no lloren, canten mis canciones, me están oyendo inútiles”, abundó el religioso.
La urna de Paquita fue colocada al lado de un crucifijo y fotos de ella con “Tongolele” y Daniel Bisogno, quienes también fallecieron esta semana.
“Así como comparten la muerte, pedimos también compartan la resurrección”, expresó el Padre.
Los cánticos religiosos como “Aleluya” fueron interpretados por un mariachi. Y además de la familia y amigos, estaban entre los presentes la cantante Rosy Arango y la ex alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas.
Viola Dorantes, hermana de la cantante dijo, en cuanto acabó la misa:
“Agradezco ese amor, ese apoyo, ese cariño que México le ha brindado; ella sintió siempre el aplauso de cada uno de ustedes ese cariño, mi hermana fue una mujer fuerte y guerrera”.
Le doy las gracias a cada uno de ustedes, ya no está con nosotros, pero ella está en nuestro corazón y mente.
El cariño y apoyo no tiene precio, ella se lo ha ganado a pulso y estará en sus canciones
melc