Londres.— Los gritos de júbilo y las exclamaciones de alegría estallaron en una de las fiestas de los simpatizantes laboristas organizada por el medio afín LabourList, al conocerse los resultados de la encuesta a pie de urna de las elecciones británicas, que preveían una victoria aplastante del partido.

Tras el cierre de los colegios electorales, los 410 escaños anunciados por los sondeos iniciales para la formación política liderada por Keir Starmer frente a los 131 conservadores hicieron que el militante laborista Kieran Liddle respirara aliviado.

“Es similar a un gran partido de futbol, sentir esa pasión”, expresó sonriente, a la vez que comparaba los resultados con la mayoría que consiguió Tony Blair en 1997.

Como Liddle, el editor del medio organizador del evento, Tom Belger, tampoco podía creerse los resultados. “Es una encuesta a pie de urna realmente increíble”, dijo Belger, a lo que agregó que muchas personas ahí presentes llevaban años esperando un resultado así.

No obstante, se mostró cauteloso a la espera del resultado definitivo del que parece que será un cambio del color del gobierno después de los últimos 14 años de los conservadores al frente del Ejecutivo.

“Es momento de cambiar, ¿no?”, afirmó Peter Warren, un director comercial de 43 años a la AFP en la estación de Saint-Albans, a las afueras de Londres. “Tengo esperanzas, pero no estoy seguro de que las cosas vayan a mejorar tanto”, añadió al reflejar la cautela y la falta de entusiasmo de muchos británicos ante la alternancia que se avecina.

Antes del anuncio, la expectación se notaba en el ambiente, que ya era festivo. “¡Las encuestas están a punto de cerrar!”, gritaba una chica cinco minutos previos a los primeros resultados de la encuesta, mientras de fondo sonaba Waiting for tonight de Jennifer López a todo volumen. Incluyendo abucheos ante la mención de los nombres de los exprimeros ministros Rishi Sunak o Boris Johnson, y aclamaciones ante el del candidato laborista Keir Starmer, los partidarios se preparaban para recibir unos resultados que finalmente se demostraron como positivos tras el cierre de las casillas.

Los resultados se extenderán hasta bien entrada la madrugada del viernes.

El partido de extrema derecha Reform UK, de Nigel Farage, uno de los impulsores del Brexit, haría su entrada en el Parlamento con más fuerza de lo previsto, con 13 escaños, quedando detrás del Partido Liberal Demócrata (centro), que obtendría 61, según las estimaciones.

El independentista Partido Nacional Escocés (SNP) obtendría 10 escaños, perdiendo así su hegemonía sobre los 57 escaños correspondientes a Escocia del total de 650 que hay en la Cámara de los Comunes (baja) del Parlamento británico.

“A todos los que hicieron campaña por el Partido Laborista durante estas elecciones, a todos los que votaron por nosotros y que han dado su confianza a nuestro nuevo Partido Laborista, gracias”, reaccionó Keir Starmer en X tras el anuncio de estas proyecciones.

Starmer, que acercó a su partido hacia posiciones más de centro tras la derrota laborista en las elecciones de 2019 de su antecesor, Jeremy Corbyn, de corte izquierdista, mantuvo un perfil bajo sabedor de que las encuestas le eran muy favorables, con una campaña por el “cambio” menos radical que la de su predecesor.

El líder laborista prometió en su programa una gestión cautelosa de la economía, dentro de un plan de crecimiento a largo plazo que incluye potenciar los criticados servicios públicos, en particular el denostado sistema de salud. “Lo importante es hacer crecer la economía y crear riqueza”, dijo esta semana Starmer.

Sunak deja el cargo menos de dos años después de haber sido nombrado primer ministro en octubre de 2022, tras un desastroso mandato a nivel económico, de apenas 49 días, de Liz Truss, quien había sustituido a Boris Johnson, envuelto en el escándalo de las fiestas en su residencia oficial durante el Covid.

Starmer, a quien este viernes encargará el rey Carlos III formar gobierno, tratará de tranquilizar a los electores, tras las acusaciones de Sunak de que los laboristas subirán los impuestos. Insistió en su campaña en que sólo subirá las tasas a ciertos contribuyentes, entre ellos escuelas privadas o empresas del sector de hidrocarburos, pero no a los trabajadores.

Starmer ya anunció que abandonará el proyecto conservador de fletar aviones a Ruanda con inmigrantes irregulares para combatir las llegadas masivas de personas que cruzan el Canal de la Mancha, que separa Inglaterra y Francia. El líder laborista apuesta por luchar contra las mafias que sustentan esta llegada de inmigrantes irregulares.

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