Ya estando en la semana del Super Bowl LVII, los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles comenzaron a dar bastante de que hablar durante el tradicional “Opening Night”, evento que reúne a ambos conjuntos para dar declaraciones ante los diferentes medios de comunicación. En esta ocasión, Patrick Mahomes y los hermanos Kelce fueron los principales reflectores del compromiso, resaltando un par de gestos hacia México.

En vísperas de conocer al nuevo campeón de la NFL, los rosters de los conjuntos finalistas tuvieron su primer cruce “amistoso” durante el Opening Night. Más allá de las declaraciones que hubo por parte de los atletas en donde gran parte de las cámaras se fueron con Patrick Mahomes, también se vivieron momentos de risas y jolgorio con las diferentes actividades.

Estando con varios sentimientos encontrados por estar a días de disputar su tercer Super Tazón, el mariscal de campo de los “Jefes”, Mahomes, expresó el compromiso que hay por parte de toda la institución para alzar el Vince Lombardi el próximo 12 de febrero en Arizona.

“Estar nuevamente aquí en el partido más importante de la temporada es algo impresionante, es muy importante para la ciudad y para todos los fanáticos. Simplemente queremos ganar y volver a ser campeones, no hay más motivación que eso”, mencionó el MVP del SB LIV.

Posteriormente, señaló la alegría que siente por llegar a otro Gran domingo, pero que el objetivo desde principio de temporada es el conquistar el título. “Se siente genial, pero el trabajo no ha terminado. Llegamos hasta acá y ahora hay que seguir trabajando duro como lo hemos hecho. Es el último partido, son los últimos 60 minutos, tenemos que salir a darlo todo, jugar cada jugada con todo el corazón”.

De igual manera, se tomó el espacio para reconocer a la afición mexicana y las buenas sensaciones que le dejó su visita al Estadio Azteca durante la temporada 2019-2020. “La atmósfera. Ese estadio (Azteca) es histórico, estar ahí y que fuera ruidoso todo el juego, honestamente se sintió como un Super Bowl. Fue un ambiente increíble y honestamente regresaría.

Por último, indicó su intención de dejar su huella dentro de Kansas y su compromiso por jugar pese a la lesión que sufrió en su tobillo derecho durante la ronda divisional ante los Jaguars. “Esto se trata de dejar un legado, para todo Kansas. Estoy feliz por hacerlo, con un grupo de grandes chicos y ojalá podamos irnos con un anillo de Super Bowl. Voy a jugar pese a cualquier lesión si los coaches me lo permiten. Eso es lo de menos. Si me dan el visto bueno, voy a jugar”.

Desde que se definieron a los invitados para el Super Bowl LVII, los hermanos Kelce (Jason y Travis) fueron noticia en la órbita de la liga por el hecho de ser los primeros hermanos que se enfrentaran (como jugadores) dentro del emparrillado en la disputa por el Vince Lombardi. No obstante, el centro de los Eagles, Jason, se ganó el cariño de la afición mexicana tras posar con un sombrero charro y gritar el famoso “Viva México”.

Posteriormente, señaló la emoción que tiene por enfrentar a su familiar, aunque con el deseo de poder superarlo en el encuentro y poder presumir de tener un anillo más en su palmarés. “El que gane tendrá el derecho a presumir. Siempre nos animamos el uno al otro, siempre quiero que le vaya bien, pero me encantaría ganarle y tener al menos algo por encima de Trav”.

Por su parte, la madre de ambos atletas, Donna Kelce también fue de las personas más buscadas en la conferencia y no dudó en expresar su sentir por el momento tan especial que conlleva tener a sus hijos en el partido más importante.

“Voy a gritar siempre que alguno tenga el balón. Para mí es increíble acompañarlos a ambos en esta parte de su carrera y ver que ambos estén en el Super Bowl, es simplemente sorprendente”.

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