Minneapolis, MN.— Un juez dictaminó este lunes que los abogados del exoficial de policía de Minneapolis, Derek Chauvin, pueden realizar pruebas en muestras preservadas del corazón de George Floyd, como parte de un nuevo desafío a su condena federal de 2022, informó CBS News.
Chauvin está cumpliendo simultáneamente una sentencia federal de 21 años por violar los derechos civiles de Floyd y otra estatal de 22 años y medio por asesinato en segundo grado.
En noviembre del año pasado, el abogado de Chauvin presentó una moción para anular los cargos federales relacionados con la muerte de Floyd en mayo de 2020. Chauvin argumentó que no habría aceptado declararse culpable si hubiera conocido las teorías del patólogo de Kansas, Dr. William Schaetzel, quien sostiene que las acciones de Chauvin no causaron la muerte de Floyd.
Schaetzel sugiere que Floyd murió debido a un nivel elevado de catecolaminas —neurohormonas asociadas con la respuesta al estrés conocida como “lucha o huida”— o por miocarditis de Takotsubo, una condición cardíaca que surge en respuesta a experiencias físicas o emocionales intensas.
La moción también acusa al abogado de Chauvin en ese momento, Eric Nelson, de una defensa ineficaz por no informar a su cliente sobre la teoría de Schaetzel y no realizar pruebas en las muestras del corazón de Floyd a pesar de las recomendaciones del médico.
La moción aprobada permite a los abogados de Chauvin acceder a diapositivas y fotografías del corazón de Floyd, así como a muestras y bloques de tejido cardíaco. También pueden tomar fluidos de la Oficina del Médico Forense del Condado de Hennepin para analizar la “concentración de catecolaminas fraccionadas y niveles de metanefrina presentes”, según los documentos judiciales.
Floyd, quien era afroamericano, murió el 25 de mayo de 2020 después de que Chauvin, quien es blanco, usara su rodilla para presionar el cuello de Floyd contra el suelo durante 9 minutos y medio.
La muerte de Floyd, capturada en video por un transeúnte, desató protestas en 2020 y se convirtió en un catalizador para un ajuste de cuentas mundial sobre la injusticia racial.
