Un plan migratorio que incluía un fuerte componente de seguridad nacional y una vía de legalización para dos millones de dreamers, y que iba a ser presentado la próxima semana en el Senado, luce muerto al quebrarse las negociaciones bipartidistas que se llevaban a cabo en la Cámara Alta desde hace varios meses, especialmente la semanas pasada. En las conversaciones participaron influyentes senadores liderados por la otrora demócrata Kyrsten Sinema (Arizona) y el republicano Thomas Tillis (Carolina del norte), quienes elaboraron un borrador al que Univision Noticias tuvo acceso a la semana pasada, confirmó Univisión.com.
El 9 de diciembre Sinema anunció su salida del Partido Demócrata y se declaró independiente, un giro que debilitó la escasa mayoría ganada por los demócratas en los comicios de medio término del 8 de noviembre. Fuentes legislativas conocedoras de las conversaciones a puertas cerradas, pero que no están autorizadas para hablar con los medios, dijeron que el fracaso del proyecto obedece a la falta de tiempo antes del término del actual período de sesiones y la negativa del liderazgo republicano de incluir el plan en el debate del paquete completo de la ley de gastos, que se conoce como ‘ómnibus’.
El líder de la oposición republicana de la Cámara Alta, Mitch McConnell “se resiste a incluir” el tema en el proyecto de presupuesto”, dijo la fuente. “Si los demócratas presionan, se corre el riesgo de un cierre del gobierno por falta de presupuesto”, advirtió. El diario The Washington Post reportó que el acuerdo para proteger a dos millones de dreamers y fortalecer el sistema de asilo en la frontera con México, además de incluir fondos para aumentar la seguridad con más agentes y recursos, se había desmoronado. Las fuentes que hablaron con Univision Noticias dijeron que en las conversaciones para redactar el borrador, además de senadores demócratas y republicamos participó el sindicato de la Patrulla Fronteriza, de línea conservadora.
Poco antes de la publicación del Post, una fuente legislativa dijo a Univision Noticias temprano este jueves que “no hemos tenido ninguna actualización sustantiva en cuando a progreso” de las conversaciones. El diálogo bipartidista presumía contar con los 50 votos demócratas, incluyendo el de Sinema que ahora es independiente, y se requerían 10 votos republicanos, contando el de Tillis. Algunas fuentes demócratas que también pidieron el anonimato dijeron que la renuncia al partido de Sinema causó malestar y pudo haber “enfriado” las conversaciones.
“El anuncio (de la salida del partido) que hizo antes de lograr el acuerdo bipartidista que buscaba debió haber esperado al 2023 cuando asuma el nuevo liderazgo en la Cámara de Representantes”, indicó. Se esperaba que Sinema presentara la iniciativa de ley a comienzos de la próxima semana. A finales de noviembre el grupo esperaba incluir la iniciativa migratoria como enmienda en uno de dos proyectos de ley clave que estaban en espera: una ley de defensa que autoriza al Departamento de Defensa usar el dinero que el Congreso le ha otorgado y el paquete completo de la ley de gastos, que se conoce como ‘ómnibus’. Este último será discutido antes de fin de año, pero McConnell ha advertido que no incluirá ningún tipo de beneficio migratorio.
El borrador del plan bipartidista Sinema-Tillis propone invertir en la contratación de nuevos agentes fronterizos, continuar con la construcción del muro iniciado durante el gobierno de Donald Trump, aumentar los salarios de los agentes actuales para evitar renuncias, aumentar la dotación de agentes de asilo del servicio de inmigración en la frontera, destinar nuevos fondos a la seguridad fronteriza y clarificar el proceso de asilo, entre otras medidas. En cuanto al Título 42, activado en marzo de 2020 por la pandemia y que permite la deportación expedita de extranjeros (más de 2.7 millones en casi tres años), el plan recomienda suspender la entrada de ciertas personas al país por un año e incentivar la presentación de casos de asilo en puertos de entrada, algo similar a lo realizado durante el gobierno anterior.
El proyecto de ley incluye además la aceleración de los procesos de asilo (incluyendo las entrevistas de miedo creíble) y desalentar la entrada indocumentada “utilizando procedimientos de expulsión acelerados”. Y agrega inversiones en alternativas para “operaciones de detención y deportación para garantizar que los solicitantes de asilo comparezcan para su día en la corte”. “Las inversiones en operaciones de deportación para quienes se han fugado o han recibido una orden de deportación definitiva demostrarán que Estados Unidos una vez más se toma en serio la aplicación de sus leyes de inmigración”, indica el proyecto.
Las fuentes también señalaron que, además de la negativa de McConnell de incluir el plan en el ‘Omnibus’, asomaron a última hora puntos conflictivos. Entre ellos, asuntos relacionados con la capacidad de detención de indocumentados y la mantención de restricciones temporales que impiden que la mayoría de los extranjeros que llegan a la frontera pidan asilo, entre ellos la vigencia del Título 42 que debe ser cancelado el 21 de diciembre por orden judicial, detalla la nota periodística de Univisión.com.
Al término de los capítulos relacionados con la seguridad fronteriza, el borrador incluye un camino hacia la ciudadanía para aproximadamente 2 millones de dreamers. “Crea un proceso regularizado para que ciertas personas elegibles se conviertan en estadounidenses”, indica. Y añade que la elegibilidad “estará limitada a las personas calificadas que han tenido presencia continua en Estados Unidos desde el 15 de junio de 2018, tenían menos de 18 años cuando ingresaron a Estados Unidos y no tenían más de 38 años el 15 de junio de 2012”. El proyecto indica además que “se requerirá que estas personas para cumplir con rigurosos umbrales educativos, financieros, de carácter y penales”. El plan, sin embargo, advierte que “no recompensará a las familias de los beneficiarios de CPR, evitando que aquellos con estado de CPR puedan patrocinar a sus padres y otros para los beneficios de inmigración, excepto en el caso de un cónyuge o hijos menores.