Cuando llegan a la frontera los detienen, los interrogan y la mayoría son deportados de manera expedita bajo el Título 42 del Código de Estados Unidos o el Título 8 de la Ley de Inmigración, generalmente por tratarse de personas inadmisibles, porque ya habían sido deportados con anterioridad o porque no tienen una causa válida de asilo. Según la importante y entretenida nota periodística de Univisión.com, sólo a unos pocos, quienes logran sortear los breves interrogatorios y evidencian miedo o temor creíble de persecución si ser deportados, ingresan a Estados Unidos y en algunos casos esperan en libertad, sujetos a un Programa Alternativo de Detención (ATD), la resolución de sus casos de asilo.
Y cuando abandonan la estación de la Patrulla Fronteriza se topan en las afueras de las instalaciones con agentes del orden público de Texas quienes los suben a autobuses para enviarlos a Washington DC o Nueva York. Les aseguran que allá los van a ayudar y otorgar lo que ellos buscan, el asilo que claman, pero nadie les advierte que se trata de un viaje de casi un día, sin la alimentación adecuada ni revisiones médicas previas, ni instrucciones para continuar sus casos migratorios y tampoco un lugar digno donde vivir mientras esperan ver a un juez de inmigración.
Infectados con covid-19, con neumonía, afecciones cardíacas, deshidratados, fatiga crónica… “Otros arribaron el viernes con mareos por falta de ingesta”, dice Yomari Peña, directora médica de SOMOS, organización de ayuda comunitaria que brinda asistencia gratuita a los inmigrantes enviados por Texas por orden del gobernador Greg Abbott.
“Varios tienen coronavirus y un 20% diría que tienen enfermedades infecciosas. Los enviaron sin provisiones alimenticias”, agrega Peña. “Muchos llevaban meses tratando de llegar a Estados Unidos por lugares inhóspitos, zonas peligrosas donde aumenta la incidencia de infecciones como la tuberculosis o la neumonía adquirida en la comunidad. Y cuando les preguntamos ‘¿cuándo te hiciste la última prueba?’, responden que hace un año”.
Peña advierte además que “Nueva York de por sí tiene una crisis de salud mental posterior a la pandemia, otra de personas sin casa y debemos asegurarnos que, al tener estas personas en nuestro estado no se va a agravar esta situación, pero para ello debemos establecer un plan para ayudar a estos inmigrantes para que de una manera legal puedan ser puestos en lugares seguros y dignos”. Tras una pausa, señala que “debemos reinventar lo que ya tenemos para que sea mejor para todos. Y no olvidar nunca que la salud es un derecho de todo ser humano independientemente de su estatus migratorio y de su raza”.
Mientras en Nueva York las organizaciones se ponen de acuerdo para atender la crisis generada por Texas, el gobernador Abbott asegura que seguirá enviando autobuses con inmigrantes a Washington DC y Nueva York. Así lo anunció Abbott el sábado en su cuenta de la red social Twitter. “La #OperationLoneStar continúa enviando migrantes a NYC, D.C. mientras el presidente Biden se niega a asegurar nuestra frontera sur”, escribió.
“Con la región fronteriza invadida y abrumada, la misión de transporte en autobús está brindando el alivio que tanto necesitan las comunidades de Texas”, agregó. Lo que no explica Abbott es que el gobierno de Joe Biden está deportando a la mayoría de los inmigrantes que detiene en la frontera con México. La Patrulla Fronteriza cuenta con herramientas tales como el Título 42 del Código de Estados Unidos (activado en marzo del 2020 por la pandemia del coronavirus) y el Título 8 de Ley de Inmigración.
A su vez, aquellos que evidencian miedo o temor creíble si son devueltos a sus países de origen o México, se les permite esperar en territorio estadounidense la resolución de sus peticiones de asilo, que en algunos casos puede demorar meses o incluso más de un año.
La Corte de Inmigración (EOIR) tiene acumulados más de 1.9 millones de expedientes, de acuerdo con datos del Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad de Syracuse, en Nueva York. Y unos 590 jueces, escenario que dificulta la pronta atención de las solicitudes de asilo y la emisión de fallos, que en caso negativo se emite una orden de deportación.
Organizaciones y abogados consultados por Univision Noticias advierten que los pasos a seguir por los inmigrantes liberados en la frontera y aquellos que están siendo trasladados por Texas a otros estados tras ser liberados “son clave para defender sus derechos de permanencia”.