Por Guadalupe Galván
La ley SB4, que el gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó el lunes, se ha convertido en el nuevo terror de los migrantes. Considerada una de las más agresivas que se han aplicado en Estados Unidos, activistas denuncian que no solo es racista, sino anticonstitucional. ¿De qué va la ley?
La SB4 convierte en delito el que un extranjero “ingrese o intente ingresar al estado desde una nación extranjera” de forma irregular. Este delito es sancionable con penas de prisión que pueden ascender a 20 años si el infractor es reincidente.
Uno de los aspectos más polémicos de esta ley es que los oficiales de policía podrán detener a cualquier persona por la sola sospecha de que puede ser un migrante que ingresó ilegalmente al estado, y tendrán la facultad discrecional de expulsarlo.
La justicia estatal podrá ordenar la expulsión de los migrantes que sean detenidos sin mediar proceso judicial y sin importar si es elegible para buscar asilo u otras protecciones humanitarias, de acuerdo con denuncias de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU).
Abbott asigna presupuesto para la construcción del muro fronterizo y operaciones de seguridad
Esta ley se complementa con otra ley que también firmó Abbott que asigna mil 540 millones de dólares para la construcción del muro fronterizo y el financiamiento de operaciones de seguridad en la región, incluyendo fondos a los departamentos de policía para implementar la SB4.
Una tercera ley firmada por el gobernador de Texas impone una pena mínima de 10 años de prisión a quienes sean hallados culpables de tráfico de migrantes.
En esta categoría entran familiares que alberguen en su casa a indocumentados, o que los trasladen dentro del estado.
ONG demandaron ya al estado para impedir la entrada en vigor de la ley y el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que impugnará la SB4. Aseguró a los migrantes que “vamos a estarlos defendiendo” y llamó a Abbott un hombre “de malas entrañas, malo de Malolandia”.
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