El estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula ha sido una auténtica casa del dolor para la Selección Mexicana.
Aquí entregó el puesto Enrique Meza en 2001 y aquí Sven Goran Eriksson fue echado rumbo al Mundial de 2010… Ahora puede ser el punto determinante en la era de Gerardo Martino, ya que si se gana en dicho escenario, se clasificará al Mundial de Qatar.
El Tricolor llega al penúltimo juego del Octagonal sin el boleto amarrado, y es que desde la eliminatoria a Estados Unidos 1994, es decir en ocho torneos clasificatorios, ha sudado la gota gorda en cinco de ellos, incluido el actual.
Rumbo a 1994, sólo había un boleto para el Mundial, y México lo aseguró en el último juego venciendo a Canadá de visita (1-2), con goles Hugo Sánchez y Francisco Javier El Abuelo Cruz.
Para Francia 98 se caminó relativamente con calma, aunque después de clasificar al equipo destituyeron a Bora Milutinovic porque no gustaba el estilo de juego y llegó Manuel Lapuente.
Para Corea y Japón 2002, Javier Aguirre tuvo que entrar al rescate después de los malos resultados entregados por Enrique Meza. Al Vasco le quedaban cinco partidos para clasificar al Tricolor y amarró el boleto en el último juego venciendo a Honduras, precisamente (3-0).
En 2006, Ricardo La Volpe clasificó “caminando”, pero rumbo a Sudáfrica 2010 Aguirre tuvo que llegar otra vez de salvavidas por la desastrosa dirección de Eriksson. Después de que el sueco fuera despedido por perder en San Pedro Sula, el Vasco tuvo que remar contra la corriente para clasificar en juego contra El Salvador celebrado en el Estadio Azteca (3-1).
En 2014 todo fue un desastre. José Manuel de la Torre fue despedido después de perder contra Honduras. Llegó Víctor Manuel Vucetich y con la ayuda de Estados Unidos logró meter a la Selección a la repesca internacional. Ya de la mano de Miguel Herrera se consiguió el boleto venciendo en la serie a Nueva Zelanda (9-3 global).
Mañana, la Selección Mexicana puede tener un día redondo y clasificar en la penúltima fecha de la eliminatoria en un juego contra el seleccionado que marcha en el último lugar y en un estadio vacío por el castigo que arrastra la federación catracha, aunque eso no quita que al Tricolor le gusta sufrir.