En la mañana del 10 de octubre de 2021, la vida de Sebastián López Arango cambió radicalmente. Ese día, el joven de 23 años —sobre el que pesaba una medida de arresto domiciliario por un caso de robo— salió de fiesta con un amigo y consumió alcohol y drogas.
Se encontraban cerca a la entrada de la Ciudadela Universitaria de Occidente, en la comuna 12 de Medellín, Colombia, cuando, a eso de las 10 de la mañana, vieron a una patrulla de la Policía Nacional y emprendieron la huida en una motocicleta.
“Los agentes les gritaron el pare, pero ellos no hicieron caso por la domiciliaria de Sebastián. Los policías comenzaron a disparar y cuando se vieron casi atrapados se aventaron de la moto. El compañero que iba con él alcanzó a huir y Sebastián ya llevaba el primer impacto en la espalda. Los otros dos se los dieron cuando ya estaba reducido”, relató su padre, Hernando López, a El Tiempo de Colombia.
Heridas infectadas
Para la Fiscalía, según el expediente, el joven fue capturado en flagrancia por despojar de un celular a una persona que caminaba por el sector. Ese día las autoridades incautaron una motocicleta y un arma similar a una pistola.
En enero de 2022, un juzgado penal de circuito de Medellín lo sentenció, tras un preacuerdo con el ente acusador, a 50 meses de prisión por los delitos de hurto calificado y agravado en concurso con fuga de presos.
Desde entonces, López Arango está recluido. Inicialmente, estuvo en la estación de Policía de Belencito Corazón y luego lo llevaron al Centro de Traslado por Protección (CTP) de la Minorista, donde permaneció por ocho meses.
“Por el hacinamiento, en la estación lo ubicaron en un pasillo que conducía al baño, por donde pasaban los demás detenidos a hacer sus necesidades. Ahí empezó la infección de las heridas”, aseguró el padre.
“Las tres heridas se le infectaron y se le convirtieron en unas úlceras. Eso se volvió un tormento. Estuvo mucho tiempo en el piso sin atención en salud, hasta que fue trasladado casi que por súplica”, le dijo a El Tiempo, Jorge Carmona, defensor de derechos humanos de la población privada de la libertad.
A López Arango lo llevaron al patio 12 de la cárcel Bellavista, en el municipio de Bello, al norte del Valle de Aburrá. En los últimos días, el joven grabó un video en el que relató su situación.
“Esta es la hora en que no me he podido bañar, estoy sentado en una silla de ruedas. Estoy orinado hasta el alma. Tengo una colostomía, la cual requiere de mucho aseo, pero no me dejan entrar las cosas. Me quedé sin pañales y pañitos”, describió el joven mientras mostraba las condiciones de la celda.
La tutela
Y en una carta que escribió desde el hospital La María, el 22 de septiembre, el preso pidió que se le aplique la eutanasia. “A él le diagnosticaron tuberculosis. Ante la enfermedad, los dolores y la negligencia, tomó la decisión de que prefiere morirse antes de vivir en esas condiciones. Por eso escribió una carta a su hermano en la que pide que le ayudemos a gestionar la eutanasia”, dijo el padre de Sebastián.
El pasado 7 de octubre, la Veeduría Penitenciaria Nacional, a través de Hernando López, interpuso una tutela con medida provisional contra el Juzgado 6 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Medellín en la que se solicita que le conceda prisión domiciliaria al joven.
“El juez falla la tutela el mismo día y pide que lo trasladen a un centro hospitalario. En este momento se encuentra en el hospital La María, en la comuna Castilla de Medellín”, confirmó Carmona.
Por el momento, el joven está siendo atendido en dicho centro asistencial de Medellín. Según confirmó la familia, la situación de López Arango es delicada y se le están practicando exámenes para determinar su condición.
“Hasta ayer (10 de octubre) no hubo ningún tipo de intervención”, afirmó el padre de López, quien agregó que estaba realizando los trámites para reclamar la historia clínica de su hijo. Aunque hasta el momento de hablar con este diario no había sido posible.
La familia espera que, con una medida de casa por cárcel, la decisión de Sebastián sobre la eutanasia cambie. Sin embargo, hasta el momento no han podido conversar con el joven al respecto.
agv