Cinco policías de Kenia comparecieron este miércoles ante un tribunal de Nairobi para investigar su posible implicación en la fuga del hombre que confesó haber matado y descuartizado a 42 mujeres, si bien más tarde dijo que fue sometido a torturas antes de su declaración.
Collins Jumaisi Khalusha, de 33 años, huyó en la madrugada del martes de la comisaría de Gigiri, situada a escasos metros de la sede de las Naciones Unidas y de la embajada de Estados Unidos en el norte de la capital keniana, tras cortar una malla metálica de su celda y escalar un muro perimetral.
La Dirección de Investigaciones Criminales (DCI) de la Policía pidió a la magistrada instructora del caso, Martha Naanzushi, que los cinco agentes permanezcan bajo custodia durante 14 días para investigar y determinar si colaboraron con el recluso en su fuga, en la que también huyeron otros doce detenidos de nacionalidad eritrea.
Durante ese tiempo, se prevé que se analicen los teléfonos móviles de los sospechosos y se examinen las cámaras de seguridad de la comisaría.
Naanzushi decidirá el próximo jueves si los policías continúan detenidos o si son puestos en libertad.
Con el mismo método y junto a Khalusha escaparon doce eritreos acusados de ser inmigrantes ilegales en Kenia, según un comunicado remitido este martes a EFE firmado por el inspector general de la Policía keniana, Gilbert Masengeli.
Las fuerzas de seguridad se dieron cuenta de la fuga cuando fueron a despertar a los sospechosos para darles el desayuno.
Collins Jumaisi Khalusha sería responsable de la muerte de más de 40 mujeres
Khalusha es el principal sospechoso tras el hallazgo el pasado 12 de julio de ocho cuerpos de mujeres descuartizadas en el vertedero de Kware, un barrio marginal de Nairobi.
Detenido en la madrugada del 15 de julio, Khalusha confesó los crímenes en el interrogatorio preliminar.
Sin embargo, un día después, aseguró ante un tribunal a través de su abogado que había recibido un “trato inhumano” desde el momento de su arresto y que necesitaba atención médica urgente.
Ese mismo día se procedió a la detención de otros dos sospechosos -Amos Momanyi y Moses Ogembo, según la prensa local-, ya que los agentes creen que Khalusha no actuó solo.
“El sospechoso confesó haber engañado, matado y tirado 42 cuerpos de mujeres en el vertedero, todas asesinadas entre 2022 y, como última fecha, el 11 de julio de 2024”, dijo entonces Amin Mohamed, jefe de la DCI.
Khalusha confesó que todas las mujeres fueron asesinadas del mismo modo y que su primera víctima fue su mujer, “a quien estranguló hasta matarla, antes de desmembrar su cuerpo y tirarlo al vertedero”, detalló Mohamed.
Tras su detención, los agentes registraron su residencia, donde encontraron objetos como 24 tarjetas SIM, ocho móviles, un ordenador portátil, dos bragas de mujer, un machete que se cree que fue utilizado para desmembrar a las víctimas y bolsas de plástico similares a las usadas para tirar los cadáveres al vertedero.
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