Decenas de miles de personas se manifestaron este sábado en Madrid contra el gobierno español liderado por el socialista Pedro Sánchez, en una protesta que contó con el respaldo del partido de extrema derecha Vox en un año electoral.
Entre banderas rojigualdas, los manifestantes reclamaron la dimisión de Sánchez y enarbolaron carteles con una foto del jefe de gobierno y la frase “traidor”.
Según datos oficiales, más de 30 mil personas participaron en la protesta en la céntrica plaza de Cibeles. Los organizadores afirman que fueron más de 700 mil.
La concentración fue convocada por una decena de grupos y organizaciones de derecha y ha sido respaldada por el Partido Popular (PP, conservador), el principal de la oposición, y por la formación de ultraderecha Vox.
La manifestación tuvo lugar después de que el gobierno derogara el delito de sedición, principal cargo por el que la justicia española condenó a nueve líderes separatistas catalanes por su papel en el intento fallido de independencia de la región en 2017.
El delito fue reemplazado por otro con una pena menor. La oposición de derechas quiere revertir la medida en caso de volver al poder.
Los conservadores también se oponen a una ley emblemática que endurece las penas por violación, pero suaviza las relacionadas con otros delitos sexuales.
“Estoy aquí para apoyar una movilización contra el peor gobierno de la historia. Hay un gobierno al que echar, que ha enfrentado a los españoles, suelta violadores, suelta golpistas”, dijo el líder de Vox, Santiago Abascal.
Asimismo, se declaró “convencido de la necesidad de una movilización permanente y masiva hasta la expulsión del autócrata Pedro Sánchez del poder”.
Antonio Orduña, un contable jubilado, de 67 años, declaró a la AFP que le preocupaba que el gobierno estuviera dejando “libre de cargos a los que quieren destruir España”.
El manifestante citó la derogación del delito de sedición y la decisión de Sánchez de indultar a nueve líderes separatistas catalanes condenados a penas de 9 a 13 años de cárcel por su rol en el intento fallido de secesión.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no estuvo en la manifestación pero animó a los militantes de la formación a asistir.
La mayoría de las encuestas indican que el PP podría ganar las elecciones generales previstas para finales de año, aunque para gobernar necesitaría el apoyo de Vox, que actualmente es la tercera fuerza del parlamento.
Gobierno, obligado a negociar
Antes de las generales, España celebrará elecciones municipales y autonómicas en una docena de regiones en mayo.
El gobierno de Sánchez, que carece de mayoría parlamentaria, se ha visto obligado a negociar con separatistas vascos y catalanes para aprobar proyectos de ley, lo que ha enfurecido a la derecha.
Los conservadores lo acusan de haber eliminado el delito de sedición para asegurarse el apoyo de los independentistas de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC, por sus siglas en catalán).
“Lo único que a él le importa es quedarse en su puesto”, afirmó Rosa Torosio, una ama de casa de 44 años que participó en la protesta.
El gobierno, en cambio, argumenta que el de sedición es un delito anticuado que debe sustituirse por otro más acorde con las normas europeas.
Sánchez, en el poder desde 2018, alegó este sábado, durante un mitin del Partido Socialista en Valladolid (norte), que su gobierno debía tomar medidas para calmar el conflicto en Cataluña, que estalló durante la gestión de su predecesor Mariano Rajoy, del PP.
“El 2017 nos situó ante al abismo en Cataluña, con una declaración unilateral de independencia que vino precedida de muchos referéndum ilegales, en los que el PP, entonces gobernando, no hizo absolutamente nada”, declaró.
ass