Los devastadores bombardeos en Mariupol, la ciudad sitiada por el ejército ruso desde hace semanas, solo se detendrán cuando sus autoridades se rindan, sostuvo el presidente Vladimir Putin.
El mandatario hizo los comentarios el martes en la noche durante una llamada telefónica de una hora con su homólogo francés Emmanuel Macron, confirmó el Kremlin.
Putin dijo a Macron que “para resolver la difícil situación humanitaria en esta ciudad, los militantes nacionalistas ucranianos deben dejar de resistir y deponer las armas”, comentaron funcionarios del Elíseo.
Tras la llamada, se anunció también la apertura de un corredor humanitario para evacuar civiles desde Mariupol este jueves.
La viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, dijo que un convoy de 45 autobuses ucranianos se dirigía a la ciudad sitiada, donde permanecen decenas de miles de civiles tras semanas de bombardeos.
Agregó que el Comité Internacional de la Cruz Roja había confirmado que Rusia había accedido a abrir un corredor humanitario a Mariupol.
Anteriormente, el Ministerio de Defensa ruso dijo que la Agencia de refugiados de las Naciones Unidas y la Cruz Roja ayudarían en la evacuación de civiles, que comenzaría a las 10:00 hora local y que un alto el fuego permitiría a los civiles viajar hacia el oeste, a Zaporiyia, a través del puerto de Berdyansk, controlado por Rusia.
Francia, junto con Turquía, Grecia y varios grupos humanitarios fueron los responsables de presentar a Putin el plan para evacuar la ciudad.
Los intentos previos para establecer un cese a los ataques en Mariupol fracasaron en medio de acusaciones de “mala fe” tanto por parte de Ucrania como de Rusia.
Además, Moscú ha sido señalada por supuestamente forzar la salida de miles de civiles hacia su territorio.
Situación “catastrófica”
Este anucio se produjo cuando nuevas imágenes satelitales muestran la enorme destrucción que han causado los bombardeos en la ciudad.
Pese a que Moscú alega que no ataca blancos en donde hay civiles, zonas residenciales en Mariúpol han sido reducidas a escombros, según las fotos de satélite.
A las afueras de la ciudad todavía permanecen cañones de artillería rusa en posición de ataque.
Funcionarios franceses han catalogado la situación en Mariúpol como “catastrófica” y Macron solicitó que los civiles sean protegidos, y que se les permita acceder a ayuda humanitaria, agua y medicamentos.
“Esta situación humanitaria muy degradada está relacionada con el asedio de la ciudad por parte de las fuerzas armadas rusas”, dijeron en un comunicado.
De acuerdo con el alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko, miles de personas han muerto en la ciudad desde que comenzó el conflicto en el país de Europa del este.
El funcionario, que ha sido evacuado, dijo a la agencia de noticias Reuters que unas 5 mil personas, incluidos unos 210 niños, han fallecido.
Matilda Bogner, jefa de la misión de derechos humanos de la ONU en Ucrania, dijo a Reuters que cree que “podría haber miles de muertos, víctimas civiles, en Mariúpol”.
Por su parte, la Cruz Roja Internacional confirmó los informes de que uno de sus almacenes en la ciudad fue atacado.
No obstante, la entidad le dijo a la BBC que todos los suministros en el depósito ya habían sido distribuidos.
La organización agregó que no tiene “un equipo sobre el terreno” y, por lo tanto, no podía comentar sobre el alcance del bombardeo.