Fracaso, se culminó en el agregado. Salem Alkawari vence a Memo Ochoa, ya no hay tiempo de más, fracaso culminado.
México al fin anotó, al fin ganó en la Copa del Mundo, pero la combinación no se dio y por primera vez desde 1994, se queda fuera de los octavos de final.
Victoria 2-1 sobre Arabia Saudita, con lo que el Tricolor llegó a cuatro puntos, los mismos que Polonia, pero la México tiene menos 1 en la diferencia de goles.
Y la eliminación quedó consumada.
Hablar de que se cayó con la cara al sol y que se dio hasta la última gota de sudor, es insuficiente y no sirve de nada, la Selección Mexicana venía arrastrando una mala racha de la cual nunca se recuperó y en la Copa del Mundo lo pagó.
No le pudo ganar a una débil Polonia. El planteamiento contra Argentina no resultó.
Y ante Arabia Saudita se quedaron cortos.
Fracaso que se lleva entre las piernas a una generación que fue medallista olímpica y que arrastra a una Liga que quiere crecer y venderse al exterior.
Fracaso de los federativos que escogieron a un técnico que no se pudo levantar de la crisis y un entrenador que actuó con incongruencia a la hora de escoger a los jugadores idóneos.
Fracaso de una Federación que será anfitriona de la próxima Copa del Mundo.
Y ahora… ¿qué pasará?
Fue un primer tiempo de mucho intentar y poco aterrizar.
Con un Luis Chávez revolucionado y un Hirving Lozano tomando la faceta de líder, el equipo mexicano llevó a cabo el plan ideado: tener la pelota y crear oportunidades de peligro. En lo primero muy bien, en lo segundo, apenas pasó de panzazo.
Alexis Vega falla un mano a mano. Henry Martín se estrella con el portero y Orbelín remata con el hombro, y el balón es desviado por la defensa.
Arabia Saudita fue un espejismo de lo que ofreció contra Argentina, apenas llegó a asomarse al área de Memo Ochoa, quien lució calmado.
Y en el estadio 974, Argentina empataba sin goles con Polonia, México estaba fuera de los octavos de final.
En el segundo tiempo México se contagió con el tanto argentino a la distancia. Ya con un poco de ayuda, el Tricolor se ayudó a sí mismo y Henry Martín en un tiro de esquina, después de una prolongación de César Montes, dio esperanza (47’).
Esta ilusión se acrecentó cuando Luis Chávez marcó un golazo de tiro libre (52’).
Y Argentina ya ganaba 2-0, pero falta un gol para el milagro… Argentino o mexicano.
El juego se hacía viejo, demasiado para las aspiraciones mexicanas. Argentina bajaba el ritmo y México perdía aire.
Funes Mori entró por fin al campo. En seguida a Antuna le anularon un gol por fuera de lugar.
Se agregan siete minutos. Chávez dispara y el portero rechaza. Montes remata y la defensa rechaza. Kevin Álvarez llega a línea de fondo y su centro es rechazado. Chucky dispara muy por lo alto.
Terminó el juego en el 974, Argentina hizo lo que pudo. Terminó el juego en el Lusail, México no pudo con el reto. Desde 1978, cuando se quedó en el último lugar de la Copa del Mundo de Argentina, el Tricolor no vivía esta catástrofe.
Hoy más que nunca, hay que analizar y exculparse menos. Trabajar más y defenderse menos. Y se habla de lo que pasa en las canchas y en las oficinas, no lo que sucede fuera de ellas.